2011/04/05

FELICIDADES, CHARO


Este viernes tu hermana organizó una fiesta para celebrar los cincuenta años de su marido, una fiesta con cerca de cuarenta invitados, de la que él no tenía ni idea hasta que se presentó en el lugar del crimen, que era una casa particular, con la disculpa de una visita breve para mirar un enchufe.

No es fácil que cuarenta personas se escondan en una sala, enfunden una careta con el rostro del felicitado y le canten el cumpleaños feliz cuando estaba a punto de ponerse con el enchufe.

No es fácil organizar una cosa así sin que se produzca una filtración, sin que a alguien se le escape algo y lo chafe todo.

No es fácil que alguien te deje una casa, su casa, para que trisquen por ella un montón de invitados con aires de fiesta sin manifestar reticencias porque pueda mancharse una alfombra o romperse un vaso.

No es fácil que esa casa esté en un lugar tan privilegiado como la esquina entre la calle Uría y la calle Conde de Toreno de Oviedo.

No es fácil conseguir que un montón de amigos escriban un texto para felicitar el cumpleaños y que con él se confeccione un libro, aunque sea cosido con gusanillos.


No es fácil aportar material para que otro amigo y compañero monte un power point de recuerdo que los presentes pudieron disfrutar y aplaudir.

No es fácil recopilar fotos y elaborar un álbum digital sin ser una manitas de la informática, con un resultado francamente bueno.


No es fácil calcular cuánta comida y cuánta bebida va a engullir tanta gente, y que no falte de nada. Todo eso lo consiguió tu hermana, pero era tarde para montar un cartel felicitándola por la organización.

Faltó un cartel que pusiera: ¿Felicidades, Charo!

¡Ah, por cierto, felicidades, José Alfonso!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sólo faltó un coro para amenizar.....

Anónimo dijo...

El cartel tendria que haber sido "Gracias Charo"
APA

Anónimo dijo...

FELICIDADES ALBALÁ Y GRACIAS