2010/11/07

PARECE QUE ME SUENA

Hoy sábado te dio por mirar un poco por la empresa pública y fuiste a trabajar un rato por la mañana, piensas que acaso mientras hacías tiempo para ir al Fontán.

De alguien leíste esta semana que los programas de televisión eran eso que montaban los capos de la cosa para entretenernos mientras llegan los anuncios, que son el fundamento del negocio. Quizá tú haces tiempo toda la semana para disfrutas de la sidra y el pinchu de picadillo de los sábados. Hoy te encontraste en la calle Uría con un oriundo de Parana bien viajado, que, además de jugosas historias lenenses, que de momento dejas en la recámara, te recordó lo mucho que te parecías a tu padre. Tantas historias palaciegas te contó que por poco no llegas a la cita semanal.

Después del Fontán, y todavía sin comer, ya estás pensando en la siguiente salida, así que indicaste a tu mujer que este sábado, descuartizado el xatu por anticipado el viernes, era un buen día para dar una vuelta por los alrededores de Oviedo y tomar algo, claro. Igual te daba Grado que Pola de Siero, Trubia que Langreo. No Mieres, que lo pillas de paso otro día cuando vienes de Lena. Tampoco Llanera, que está muy trillao.

Después de pasar la tarde cuadrando datos de nacimientos de 1915, moneda al aire: a La Felguera. De momento a la sidrería La Pomar, de Javier tu antiguo compañero del Seminario. La mafia del Seminario.

Hasta los topes, como otras cuantas que pillaste de paso. Te invita a quedarte y tertuliar cuando termine el apurón de las cenas, pero habría que hacer tiempo y sería demasiada sidra para el cuerpo teniendo que coger el volante. Con buen criterio, tu mujer te aconseja que otro día porque sabe que tienes pendiente ahí mismo una comida en petit comité para arreglar el país.

Buscando otro sitio donde picar algo, dais con La Faya, sidrería marisquería. Según entras, parece que el camarero al que pides mesa te suena de algo. Van sacando los platos, una ensalada de setas y bacalao con salsa de tomate riquísima. Acto seguido calamares frescos. Tu mujer, pico de oro, dice que nunca comió otros igual y eso que estamos en la cuenca del Nalón. Va cayendo algo de sidra Castañón, de Villaviciosa, no muy corriente en tus barras habituales.

Aprovechando que tu señora sale al WC te aborda el camarero:

- ¿Eres José Luis?
- No, Luis, de la Renfe. Tu cara también me suena.
- Ahora sí, comimos con Javier, en La Pomar el año pasado, con el sobrino, el comisario y más gente. Ahora puse esto.

Caes en la cuenta.

Llega tu mujer, que os ve platicar.

- ¿A que le hablaste tú?
- Pues esta vez no.

Así hacía tu padre, que se quedaba mirando a la gente y de tanto mirar, acababa diciendo:

-Parece que me suena

Parecidos que se aproximan con el paso del tiempo. Por eso te dice también tu mujer que cada vez te pareces más a tu padre, aunque en este caso, no fuiste tú quien tomó la iniciativa de preguntar.

Os quedáis debatiendo sobre los distintos tipos de ejercer de dueño, en este caso con el mismo uniforme que los menestrales y sin permanecer junto a la caja. Por lo que se ve hay varios estilos de liderazgo. Este parece que te suena.

1 comentario:

La_Nenina dijo...

Y con orgullo!