Algo tiene el agua cuando la bendicen y algún resorte especial tienen las empresas privadas cuando las pellizcas, que saltan en el acto. Para muestra, un botón.
En Gijón se está acometiendo una obra imponente, llámalo Metrotrén si eres casquista, llamalo “plan de penetración del ferrocarril en Gijón” si por puro revanchismo quieres borrar obras y nombres de Cascos. Está avanzado un túnel suburbano que terminará quién sabe dónde y ya se verá cómo se explota, porque está diseñada para dos vías únicas de ancho diferente (Renfe y FEVE) entre aproximadamente la penúltima estación actual y Cabueñes. Hace unos días te encontraste con alguien, no el bedel precisamente, de Gijón al Norte, el ente que pilota el plan, y estaba muy contento del avance de las obras y del aspecto urbanístico, pero cuando le preguntaste cómo se iba a plantear en el futuro la gestión del tráfico con dos vías únicas, una para cada ancho, “eso queda para vosotros, los ferroviarios listos”. Pues vale.
Salvado este paréntesis aclaratatorio para no astures, y volviendo al agua bendita o a los pellizcos, resulta que con motivo de esas obras, hay que cortar algunas calles en Gijón, por lo que se prevén retrasos en los autobuses de ALSA, que ya puso el grito en el cielo pidiendo alternativas, máxime teniendo origen la distorsión en una obra ferroviaria.
Duró meses la construcción de una rotonda en Las Segadas que limitó la velocidad a los trenes y ninguna autoridad ferroviaria realizó declaraciones a la prensa. Por la proximidad de los trabajos entre vía y carretera, sus palas cortaron más de una vez los cables de las señales o de la alta tensión, y hubo que soportar los retrasos, pagar los taxis y poner cara de risa a los viajeros como si fuera culpa del ferrocarril. ¿Que (sin tilde) hay que plantar unas pilastras en medio de cualquier estación para que pase una autopista por encima?
A achantar la mui y a morderse la lengua con talante. ¿Por qué? No lo sabes muy bien.
2010/01/14
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3 comentarios:
Si se queja será para transmitir las quejas de los viajeros que nos retrasamos por una mala planificación del ayuntamiento.
Qué razón tienes. Como en Renfe se tira con pólvora del rey...
Entrada interesante y cargada de razón.
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