En Derecho una de las interpretaciones admitidas es la llamada “a contrario”. Habrá que poner algún ejemplo. Si una norma establece que los estudiantes matriculados en un centro oficial tienen derecho a viajar con determinado descuento en los trenes, “a contrario” se sobreentiende que los matriculados en una academia no lo tienen, o que si está prohibida la venta de bebidas alcohólicas a los menores de dieciséis años, “a contrario” los mayores pueden comprarlas libremente.
Para la inmensa mayoría de los empresarios, el Derecho Romano y esos latinajos del estilo de “a contrario” quedan muy allá. Viene esto a cuento de que estos días proliferan manifestaciones asegurando que AHORA no es el momento de subir impuestos. Tu memoria es frágil pero a bote pronto no recuerdas algarabía de ninguna clase de ningún empresario local, nacional ni multinacional favorable a la más mínima subida de impuestos, tasas, contribuciones especiales, exacciones parafiscales, precios públicos ni cualquier figura jurídica que ampare los ingresos de Derecho Público. Por eso te sonríes cuando proclaman que AHORA no es el momento de subir impuestos. Estarás atento a la prensa para comprobar si a micrófono abierto alguna vez se muestran favorables a cualquier mínima subida, ya que AHORA no es el momento.
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2 comentarios:
Hombre, no hace falta ser empresario para no querer que suban los impuestos,por eso se llaman así IMPUESTOS, eso a nadie que no sea Hacienda, le puede apetecer, distinto es que se vea la necesidad de hacer el esfuerzo para que se siga aparentando lo que no somos.
Ahora serán empsoesarios, vamos,digo yo.
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