2008/08/20

A TORONES A MANZANILLA

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Si no necesitaras las dos manos para subir a Torones, una para el cayau y la otra para el equilibrio, de buena gana llevarías en la mano el Diccionario Etimológico de Topinimia asturiana de Julio/Xulio Concepción para consultar la posible etimología de los nombres de los cantos, de los montes o de los praos por los que vais pasando o los que veis a lo lejos, que tu madre o Pili Menéndez o Luisa van señalando: la Cargüeza, el Qentu la Furacá, Cuchu Muirtu, la Vatsina’l Metu, Picuela.

Tampoco vas a meter en la mochila un tocho de mil trescientas páginas, aunque sea en papel casi de Biblia, así que te conformarás con leer la voz TORONES antes de salir de casa: Torones es el monte saliente sobre Horria, en los altos de Parana y Naveo, por el camino a las brañas de la Paradiecha y Escuenas. Recuerda la raíz prerromana twr-, tor, taur- (montículo, cima de montaña) alargada con la nasal /-n-/ y otras vocales, como aparece en diversos topónimos tipo Tornos o Turón.

Durante muchos años tienes ido a manzanilla a Torones y de niño ibas con tu madre a buscar (ordeñar) las vacas y a beber la leche caliente y espumosa en aquella lechera de aluminio. Entonces no hacía falta llevar ningún palo, ningún cayau. Hoy es imprescindible para ir apartando o cortando los artos que en algunos tramos llegan a cerrar el camino. Desde que se puede llegar a Torones con un todoterreno, la maleza acabará por cerrar la senda desde Fierros o desde Naveo. Menos mal que los del camino de Santiago, que pasa por allí, rozaron un trecho curioso.

Como habías oído no sé qué de la prohibición de coger manzanilla en el monte, navegaste por internet por si encontrabas algo y diste con el I Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, texto ameno como se concluye fácilmente de la lectura del título, muy entendible por los pobladores de la zona. Ahí te enteras de que el monte al que vas a subir está fuera del Territorio Protegido, pero tampoco lo tendrías crudo del todo si en el peor de los casos Torones, por esos caprichos de la cartografía humana, quedara dentro de las Ubiñas. Incluso en ese caso los residentes pueden recolectar plantas medicinales para el propio consumo. Se comprenderá que aunque un guarda forestal te viera con una fardelina blanca y algunas flores blancas y amarillas, bien podrías alegar en tu descasrgo que estabas recogiendo manzanilla para tu madre, que sí es residente. Serías solamente el poder ejecutor, lo que en derecho es un mero poseedor de hecho, con nuda posesión, sin título de propiedad alguno, vamos, el brazo tonto de la ley.

Saliste con buen ánimo por la mañana. Cogiste en el trastero de tu casa, en la capital del Principado, un cayau que fue de tu padre. En Currietsos, antes de llegar a Picuela, te viste en la necesidad de dar unos cayaazos a los artos, y a la tercera batida rindió su último servicio el apolillado cayau de tu padre. Descanse en paz.

Sigues monte arriba con un palu de socorro, que te sirvió para no arañar demasiado tu delicada piel.

Cogisteis manzanilla para todo el año, o para más años, que quedará secando en casa de tu madre y que tomarás de vez en cuando la inexplicable e inútil burocracia te produzca algo parecido al estrés. Da la risa pensar ahora, en frío, que pueda llegar a estresar a alguien las prisas la elaboración informe que en el fondo a nadie importa.
En el descenso, tu hija sugirió con insistencia (luego no es una sugerencia) que estaría bien preparar una barbacoa. Dicho y hecho. Tú solamente tuviste que estar al tanto de que no faltara la sidra. Tampoco faltó la gaita de Pili, artista local.

Por suerte no encontrasteis a nadie por el monte. Ojalá siga siendo un monte desconocido durante muchos años.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El monte precioso, la comida inmejorable, el tren, las cascadas, y para acabar la barbacoa (después de la insistencia, parece que fue una buena forma de acabar el día)... Los días siguientes, las agujetas!