Son las tres de la tarde. Estás en la cocina a punto servirte la comida y pones la radio, quizá la 1 o Radio 5. Oyes que pasó algo con un avión en Barajas. De momento parece algo leve, un incidente, pero te inquieta la noticia y buscas otras emisoras. En la SER están contando y cantando alguna gloria o alguna anécdota de Pekín. Sigues con las emisoras de onda media y pasas a la COPE. Te quedas ahí porque están ya informando ininterrumpidamente de lo que van sabiendo y acaban de dar las tres. No fueron alarmistas, no dijeron de momento que fuera la mayor tragedia de la T4 ni imputaron directa o indirectamente a Zapatero. Sin embargo pronto empezaron a hablar de heridos. Cambiaste a la SER y a las emisoras públicas, que seguían a su bola. Fuiste a la salita (mientras tengas uso de razón no pondrás una televisión en la cocina ni en el dormitorio) y encendiste la tele. En la 1 y en la 2 seguían con las glorias chinas. La 3 y la 5 comenzaban a emitir algunas imágenes de una columna de humo.
Volviste a la cocina, al segundo plato o quizá a las ciruelas de Naveo. En algún momento la SER, las emisoras públicas y las televisiones tuvieron que informar, pero las peores noticias, que acabaron siendo las más reales, siempre las anticipó la COPE.
Cuando avanza la tarde entras en internet y pinchas en
El Mundo y
en El País. En un momento
El Mundo titula que hay más de ciento cuarenta muertos, mientras
El País habla de más de cien, y las dos cifras eran verdad, pero quieres ver un matiz sesgado en la presentación de los datos.
Te fuiste haciendo una composición de lugar, las típicas entrevistas a pilotos en activo o jubilados, a miembros de su sindicato, apuntes sobre un despegue abortado y sobre una velocidad crítica.
Además de en las víctimas, piensas en el mecánico que dio de paso la nave, aunque la última palabra la tenga el comandante, pero del comandante solamente queda su cadáver carbonizado. Pasados unos meses o quizá unos años, cuando oigas al mecánico en el inevitable juicio, recordarás a los maquinistas muertos, que toda la vida cargaron con algunas culpas que no tenían por aquella muletilla ferroviaria de que “basta con que pague uno”.
TVE publicitó con gran alarde hace unas semanas que los últimos siete días de sus programas podían verse en su página web. Para su desgracia revisaste el
vídeo del Telediario de las tres y viste que la noticia de portada fue una medalla de plata para España, luego entrevistaron a Gasol, más tarde narraron una derrota en waterpolo y en el minuto cuatro del Telediario apuntaron que un avión se había salido de la pista en Barajas.
Cero a TVE y a otros, y un punto para la COPE. Por suerte, la voz que transmitía no era la de Jiménez Losantos, porque en ese caso, seguramente habrías tardado más en enterarte de la dimensión real de la noticia.
1 comentario:
De la manipulación, en general.
Publicar un comentario