LAS NIEVES: TRADICIONES E INTERESES

Escribir sobre Benidorm era una promesa laica, como dejaste apuntado. Esos días te ocurrieron cosas y se te ocurrieron ideas, pero no querías hacer un paréntesis en las historietas de Benidorm. Aunque algunas ya las tienes casi olvidadas, harás algún breve apunte.

Por ejemplo el primer domingo de agosto fuiste, como casi todos los años, a la fiesta de Las Nieves, en una ermita entre La Romía y Flor de Acebos, en el concejo de Lena.

Tienes una copia escaneada de los estatutos de la cofradía. No eres capaz de descifrar la letra con total seguridad pero crees entender que “Se señala por fiesta principal de este Santuario y Cofradía el día de la dedicación, cinco de agosto, a la que asistirán cinco o seis señores sacerdotes, confesando a los cofrades que se presenten ese día a recibir los santos sacramentos y ganar las indulgencias”.

Hay tradiciones que se acaban perdiendo por imposibles. Otras, por motivos que desconoces, pero una tradición que se pierde es un motivo de tristeza.

Te apena que este año no se puyara el ramu. Parece que la gente prefiere la compra directa de la rosca sobre las cestas de plástico. Dicen esos obsoletos estatutos que a primeros de noviembre se renuevan los cargos: un mayordomo y un comisario por cada parroquia en la que haya cofrades. Curiosas normas ya fuera del tiempo. No debe estar muy clara la distribución de funciones entre el teórico mayordomo y el cura de la comarca. Quizá por una cuestión de celos o de competencias, los parroquianos no brillan por su desprendimiento porque no saben muy bien el destino de las perras o porque no se exponen las cuentas, en cualquier caso, una miseria, pero esa oscuridad es un motivo o una disculpa que mengua la generosidad.

A media tarde hubo que retirar la campana de la ermita para que no desaparezca, como ya ocurrió en varias ocasiones. No se volverá a colocar hasta el año próximo.

Un año alguien se olvidará de la campana, otro no habrá gaiteros, al siguiente no se encargarán las roscas, el de más allá no habrá curas y adiós fiesta de Las Nieves, pero ¿quién coge el timón? Lo ves crudo. Hace años se plantó una columna de alta tensión a veinte metros de la ermita y no te suena que nadie lo haya cuestionado. No es un valle peleón, no. En el valle de Aller llevan años peleando contra las columnas Soto-Penagos. Al final acabarán por el Pajares.