Como tienes un inglés en casa o muy cerca, conviene andar con pies de plomo con el consabido humor inglés del que todo el mundo habla. Para encuadrar adecuadamente el asunto buscas un poco por internet y te encuentras con que incluso alguna vez se realizó una votación, así que tenemos una definición democrática del humor inglés: Tradicionalmente, se le llama Humor inglés a aquel tipo de humor cuya base es la ironía. Es un humor más bien refinado, con un uso muy adecuado del lenguaje y de las normas sociales, pero que sin embargo puede ser muy punzante. Es un humor inteligente, al que hay que darle más de una vuelta.
Como no hay que darle ninguna vuelta, no te parece que precisamente fuera un fiel representante del humor inglés el comentarista de la BBC
que al retransmitir un partido de la Segunda División Inglesa comparó la defensa del equipo visitante con un avión español. Fue despedido. Seguramente se dirán muchas más necedades un domingo cualquiera en el Carrusel Deportivo, pero quizá el despido no se debió a una ofensa al plueblo español sino al humor inglés.
No acabas de entender el humor inglés, como no entiendes la campaña que se organizó en las islas a cuenta del anuncio en el que los baloncestistas hispanos se rasgaban los ojos y que tanto molestó en algún país. Comentando el caso con el inglés de las primeras líneas dice que sí, que allí es muy ofensivo el anuncio porque es jugar con una raza y que es comparable a cuando en algunos campos saludaban a E’too con los gestos y los sonidos de un mono o cuando Luis Aragonés se refirió a Henry como el negro de mierda. Intentas razonar que los españoles no compararon con monos ni con animales a los chinos y que, en cualquier caso, tener los ojos rasgados no es un defecto sino una característica, aunque algunos/as se quieren operar para occidentalizarse. Tu hija recuerda un caso en el que estando en la pérfida Albión se refirió a los chinos como los de raza amarilla y a la concurrencia le pareció poco menos que un comentario racista. Te explican en inglés que en el trasfondo de la polémica con la selección de baloncestos haciendo el chino puede estar una campaña contra la nominación de Madrid para el 2016. Acabáramos.
Puestos a elegir, prefieres el humor patrio de Paco Martínez Soria.
No acabas de entender el humor inglés, como no entiendes la campaña que se organizó en las islas a cuenta del anuncio en el que los baloncestistas hispanos se rasgaban los ojos y que tanto molestó en algún país. Comentando el caso con el inglés de las primeras líneas dice que sí, que allí es muy ofensivo el anuncio porque es jugar con una raza y que es comparable a cuando en algunos campos saludaban a E’too con los gestos y los sonidos de un mono o cuando Luis Aragonés se refirió a Henry como el negro de mierda. Intentas razonar que los españoles no compararon con monos ni con animales a los chinos y que, en cualquier caso, tener los ojos rasgados no es un defecto sino una característica, aunque algunos/as se quieren operar para occidentalizarse. Tu hija recuerda un caso en el que estando en la pérfida Albión se refirió a los chinos como los de raza amarilla y a la concurrencia le pareció poco menos que un comentario racista. Te explican en inglés que en el trasfondo de la polémica con la selección de baloncestos haciendo el chino puede estar una campaña contra la nominación de Madrid para el 2016. Acabáramos.
Puestos a elegir, prefieres el humor patrio de Paco Martínez Soria.
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