No hay manera. Ya pueden los estudiosos de la Teoría del Estado organizar cursos y congresos para distinguir poder de fuerza, y poder de autoridad, legalidad de legitimidad, marcar las fronteras entre seguridad y libertad o entre nación y patria, que te encuentras con Manolo el gitano y te tumba todos los argumentos.
Fue sobre las ocho de la tarde. Te sientas en un banco de la calle Pelayo, entre La Jirafa y la Librería Santa Teresa a ver pasar gente. Abrieron los comercios y la calle está más animada que otros domingos. Ves por allí a Manolo el Gitano. Manolo el Gitano quedó reflejado para siempre en un óleo excepcional, que fue objeto de un comentario en la prensa a cargo de Pedro de Silva, pero no encuentras el recorte. Sí recuerdas que Pedro de Silva veía en su cara un resumen de muchas generaciones de rabia contenida. Por lo poco que conoces a Manolo el gitano, da en el clavo.
Manolo está un poco alterado, pero es no es noticia. Ves sentado en otro banco a unos metros de ti a Rafael Palacios, de IU, con su inseparable arete en una oreja, Director de la Agencia de Cooperación al Desarrollo en el gobierno autonómico de izquierdas saliente. Está sentado tranquilamente con su novia, supones.
Manolo, que lleva un bote de Coca Cola en la mano, camina hacia ellos. Pasa a tu lado echando pestes contra el Alcalde de Oviedo porque le prohibió pedir en la calle, pero esto es una vieja letanía de Manolo el gitano. No sabes qué dice, pero Palacios se queda mirando para él como pasmado y no replica. Cuando Manolo los deja y da la vuelta, al pasar a tu lado, le dices que tenga cuidado, que acaba de hablar con una autoridad. Manolo se queda mirando para la pareja. Ahora el pasmado es él, y lo pierdes de vista.
Al momento se esfumaron también Rafael y su novia, Rafael sonriente y la novia estupefacta. No tardó en volver Manolo y preguntarte “¿Por qué sabes que es Policía?”.
Te das cuenta en ese momento de que en el lenguaje común y en el pensamiento espontáneo de la gente de la calle autoridad, poder, fuerza y policía seguirán siendo lo mismo para siempre jamás, por mucho que se esfuercen en matizar y distinguir todas las cátedras de Teoría del Estado que en el mundo han sido.
Fue sobre las ocho de la tarde. Te sientas en un banco de la calle Pelayo, entre La Jirafa y la Librería Santa Teresa a ver pasar gente. Abrieron los comercios y la calle está más animada que otros domingos. Ves por allí a Manolo el Gitano. Manolo el Gitano quedó reflejado para siempre en un óleo excepcional, que fue objeto de un comentario en la prensa a cargo de Pedro de Silva, pero no encuentras el recorte. Sí recuerdas que Pedro de Silva veía en su cara un resumen de muchas generaciones de rabia contenida. Por lo poco que conoces a Manolo el gitano, da en el clavo.
Manolo está un poco alterado, pero es no es noticia. Ves sentado en otro banco a unos metros de ti a Rafael Palacios, de IU, con su inseparable arete en una oreja, Director de la Agencia de Cooperación al Desarrollo en el gobierno autonómico de izquierdas saliente. Está sentado tranquilamente con su novia, supones.
Manolo, que lleva un bote de Coca Cola en la mano, camina hacia ellos. Pasa a tu lado echando pestes contra el Alcalde de Oviedo porque le prohibió pedir en la calle, pero esto es una vieja letanía de Manolo el gitano. No sabes qué dice, pero Palacios se queda mirando para él como pasmado y no replica. Cuando Manolo los deja y da la vuelta, al pasar a tu lado, le dices que tenga cuidado, que acaba de hablar con una autoridad. Manolo se queda mirando para la pareja. Ahora el pasmado es él, y lo pierdes de vista.
Al momento se esfumaron también Rafael y su novia, Rafael sonriente y la novia estupefacta. No tardó en volver Manolo y preguntarte “¿Por qué sabes que es Policía?”.
Te das cuenta en ese momento de que en el lenguaje común y en el pensamiento espontáneo de la gente de la calle autoridad, poder, fuerza y policía seguirán siendo lo mismo para siempre jamás, por mucho que se esfuercen en matizar y distinguir todas las cátedras de Teoría del Estado que en el mundo han sido.
1 comentario:
C´est la vie... Pero considerar autoridad a un concejal... ¿o se considera autoridad? Tú para mí eres una autoridad! Jijiji
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