ÓRDENES CONCRETAS

¡Hay que tener moral para ponerse a leer el BOPA, el Boletín Oficial del Principado de Asturias! Pues nada, un día te enteras de que en el BOPA del diez de abril se publicó la Ley de Coordinación de las Policías Locales y la lees porque nunca está de más una noción sobre las autoridades locales.
Ponte en lo peor porque lees en el artículo primero que la ley tiene por objeto “el establecimiento de los principios básicos a los que habrá de ajustarse la coordinación de las Policías Locales del Principado de Asturias y la definición de los criterios comunes uniformes en cuanto a la estructura y organización interna, el régimen estatutario y las normas de selección, ingreso, promoción y formación, con pleno respeto a la autonomía municipal, y sin perjuicio de su dependencia de las respectivas autoridades municipales”. Malo. Cuando encuentras un “sin perjuicio”, ya está el lío montado porque solo con esa palabreja están asegurados los problemas de interpretación. No digamos si encima lees eso del respeto a la autonomía municipal, porque cuando se ponen cosas tales es que intentan reducirla al mínimo, eso sin entrar en si tal cosa es positiva o negativa.
A lo largo de los artículos vuelves a encontrar unas cuantas actividades que va a coordinar el Principado (normas marco sobre reglamentos de organización, criterios de colaboración, formación, condecoraciones y protocolo, uniformidad, categorías) todo ello, por supuesto, sin perjuicio de la autonomía municipal. En fin, allá ellos.
No obstante, el ciudadano asturiano encuentra algo positivo. Lees que son funciones del Agente “el auxilio al ciudadano, protección de las personas y bienes (sin artículo), detención y custodia de los autores de hechos delictivos, patrullas preventivas, regulación del tráfico”. Te tranquiliza saber que entre sus deberes está el de interventor en evitación de cualquier tipo de delito o falta. Vamos, que no van a echar balones fuera al campo de la Guardia Civil, la Policía Nacional o la autonómica.
Sin embargo, lo que más te gusta de todo, es que pese a la plaga de reuniones, equipos, comisiones, consejos y grupos de trabajo en los que poco se avanza, el Jefe de la Policía Local tenga entre sus funciones “TRANSFORMAR EN ÓRDENES CONCRETAS LAS DIRECTRICES DE LOS OBJETIVOS A SEGUIR RECIBIDAS DE QUIEN OSTENTE LA TITULARIDAD DE LA ALCALDÍA”.
Órdenes concretas.
Añoras las órdenes concretas.
No están de moda ese tipo de claridades. Las echas de menos muchas veces.