2007/06/03

JUSTICIA DE LAS VÍCTIMAS Y PROCESO DE PAZ

Lees en La Nueva España que el viernes por la tarde pronunciará una conferencia el filósofo Manuel Reyes Mate con el título “Justicia de las víctimas y proceso de paz”. Te suena Reyes Mate porque es un habitual de EL PAÍS, pero no sabes si alguna vez habrás conseguido terminar un artículo suyo. Como el título te parece sugestivo y actual, y el conferenciante es una persona de prestigio, vas.
Estabas pensando en las víctimas del terrorismo etarra. En la introducción que le hacen te desencanta un poco, solo un poco, porque al leer su extenso currículum, destaca sobre todo por ser un estudioso de las víctimas del holocausto nazi.
Efectivamente la conferencia versa fundamentalmente sobre el holocausto nazi, aunque para mantener el interés de la escasa audiencia, haga alguna alusión al caso nuestro. Insiste en el valor de la memoria, alusión que vale tanto para la llamada memoria histórica (de la guerra civil) como para la memoria de las víctimas del terrorismo etarra. No se citó a las víctimas del 11-M quizá porque, a diferencia de los judíos, de los vencidos en nuestra guerra o de buena parte de los asesinados por ETA, no forman un grupo homogéneo.
En lo que nos ocupa, y pensando en las víctimas de ETA, su idea es que las víctimas han de ocupar una “centralidad” pero no deben ser los únicos protagonistas, porque el protagonismo es de todo el pueblo español. Te quedarás con las ganas de preguntr en qué se concreta esa centralidad.
El resumen de La Nueva España es correcto, no en vano la redactora de la noticia es Azahara Villacorta, de la que lees cualquier cosa que escriba, aunque sea sobre la reparación de una fuente.
Al final de la conferencia y del coloquio te queda un sabor agridulce, el que deja siempre escuchar a un filósofo, porque no ves la manera de pasar de las ideas a la práctica, a la praxis política, en particular si creemos en la democracia, si creemos que esos valores o principios filosóficos para que se puedan implantar en actos, tiene que ser por la voluntad del pueblo soberano. Quizá sea una labor de zapa.
Te pareció entender que defendía que contra los genocidios (y quizá contra el terrorismo) no cabe la prescripción del delito por el paso del tiempo. Con varios ejemplos, Alemania con respecto a Polonia, Virginia con respecto a los esclavos, España con respecto a América, te pareció haber entendido que hay deudas que no prescriben. Si es así, crees que hasta que no se consiga una igualdad mundial siempre habrá un pueblo que defienda que su pobreza se debe a la riqueza de otro que le esquilmó hace unos siglos. Esta idea te acompaña desde que tienes uso de razón, porque te parece muy difícil ser rico y respetuoso con la ley, con una ley justa para ser mas concretos, pero buscando la precisión la pierdes, porque ¿cómo se da con la ley justa? ¿ley justa es igual a ley democrática? Por aquí no encuentras salida en el laberinto. Necesitarías dedicarle algo de tiempo a leer filosofía para aclarar las ideas.
Al final se hizo muy tarde, con el coloquio la conferencia duró más de hora y media y te quedaste con la gana de preguntar si había manera de encontrar un punto de equilibrio entre justicia y seguridad jurídica porque, en el fondo, son incompatibles, salvo que se afeiten las palabras, las llenemos de matices y acaben no sirviendo para entendernos ni aclararnos.

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