2014/06/03

ABDICA LA CORONA

Te sorprendió (gramaticalmente) la noticia de la abdicación del rey. Te enteraste momentos antes del café, pero como signo de normalidad democrática y de una correcta transición hacia donde sea, no alteraste ni un minuto la rutina consistente en levantarte de la mesa en el mismo momento de estacionarse el Alvia en el andén principal de la estación de Oviedo.

A la vuelta leíste la breve carta de abdicación del rey, en la que comunica su “decisión de abdicar la Corona de España”. No abdicaba de la Corona sino la Corona. Confiesas que en un principio te sonó mal ¿Qué será, pues, abdicar? Visita urgente al diccionario de la academia: es verbo transitivo, es decir, que la acción del verbo recae sobre algo, en este caso sobre la Corona (a la que renuncia), pero no es la única posibilidad, porque forzando la gramática cabría entender que es la Corona la que abdica y no el rey, lo que tendría otras consecuencias, nada menos que la terminación de la monarquía, porque si la Corona abdica no es Juan Carlos el que abdica sino el régimen.

Caminando un paso más, o retrocediendo dos mil años por la senda etimológica, que es lo mismo para ir a donde quieres llegar, abdicar es dejar de dicar (predicar), decir o dictar (no es difícil conocer sus derivados) que todo nace de la misma raíz. Si la Corona deja de dicar, decir o dictar llegamos por este camino a la república.

¿Serán dos pistas que deja el rey en su brevísima nota de abdicación? Si es así te declaras monárquico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que no, que lo entendísteis mal, que no adicaba de la Corono si no de la Corina.
J

Anónimo dijo...

- "Quién renuncia a un poco de libertad, para obtener mayor seguridad, no merece ni una ni otra, y acabará por perder ambas." - Benjamin Franklin -