2009/02/16

FRASES

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Tomando un café en La Botica del Indiano de Lugones, echas una ojeada a El Comercio y te quedas con dos frases de una entrevista a una madre gijonesa que tuvo un hijo en coma durante diez años. Son frases tan lapidarias y tan certeras que no te atreves a escribir nada más.

”Todo el mundo te compadece, pero nadie te ayuda».

«Nadie tiene derecho a pedirle cuentas a su padre. La vida de ese hombre ya se acabó hace 17 años, lo único que ha hecho ahora es dejar de pensar en él y pensar en su hija. ¿Dónde estuvieron esos 17 años todos los que ahora hablan del caso? ¿Qué ayudas recibió? ¿Quién estuvo con él para limpiarla, curarle las llagas, hablarla, mimarla...?».

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si se informa fué cuidada por un Hospital de religiosas de La Caridad.La hermanas seguiría cuidadndola a pesar de TERMINAR EL DINERO DE LA INDENIZACION ?????..tremendo..cultura de la MUERTE... y del dinero

miner dijo...

Yo creía que las monjas la cuidaban por Caridad.
Gracias por la información.

Anónimo dijo...

Miner: las monjas, como en muchos lugares del mundo, cuidan por caridad, desinteresadamente (ellas no cobran sueldo), pero hay que alimentar, pagar la luz, pañales, medicinas, etc. Aquí estamos tan mal acostumbrados al gratis total de la asistencia sanitaria que nos parece que en todos los sitios es igual

miner dijo...

1º La sanidad la pagamos con nuestros impuestos.Por lo tanto nada de Caridad.

2º El culto a la muerte lo practican mejor que nadie las diferentes religiones. Pues juegan con el miedo que tenemos a morir para inventar salvaciones eternas.

3ºUna persona en estado vegetal, cuanto dura, ¿quien decide la interrupción de su vida?.

4º Eluana, no tenía el aspecto de la foto, pesaba 40 Kg, estaba totalmente llagada, tenía sus miembros atrofiados.

5ºA su padre la justicia Italiana le dio la razón después de once años.Ya que en Italia como en España, una persona, o quien la representa, tiene el derecho de interrumpir el tratamiento.

6º Para sus padres hubiera sido mucho más fácil marchar al extranjero y terminar la pesadilla.
Por ejemplo, Berlusconi así lo hizo con su mujer, para un aborto terapéutico.