SAN PEDRO

Hablas con un amigo que está reparando, restaurando o rehaciendo una casa de su pueblo, por la parte de Turón, y te dice que la paz y la tranquilidad de la aldea, a veces le dan sosiego y a veces tristeza. Quizá no sean exactamente esas sus sensaciones o quizá no te dijo eso, pero lo traduces a lo que sientes o sentirías en circunstancias similares.

Le dices que eso mismo pensaste ayer mientras llevabas al Santo en la fiesta de la parroquia de Cabezón, de San Pedro de Cabezón, la parroquia de tu madre. De todas formas, es posible que celebración tan austera como la de este domingo, sin ningún aditamento de más, mantenga la sustancia.

Hubo lo esencial: una misa, además concelebrada, por D. Artemio, natural de la parroquia y del que hablaste alguna vez, y D. Anselmo, el párroco titular. Dos curas para quince almas. Al finalizar la misa, procesión alrededor de la iglesia, con los muy escasos fieles que entraron a misa, hasta el punto de que para llevar al santo, tuviste que ir, pese a que consideras que eso debe hacerlo algún nativo, pero no había voluntarios ni forzosos.

Quedarían fuera, junto al tixu, una docena de personas, que es noticioso que hayan subido hasta lo alto simplemente para estar allí, porque este año nadie organizó ni barraca ni otra atracción. La bolera hace años que no funciona. Ya es una suerte que este año haya habido misa. Quizá oyeron que debutaba con la gaita Pili la de Menéndez, que tiene mérito aprender a sus años, a nuestros años.¿Cuantas fiestas pueden contar con un cura y una gaitera del pueblo?

Allí estaba el todoterreno con el generador que suministraría corriente eléctrica a la iglesia. Y marchó el vehículo y no habrá más luz hasta el día de Todos los Santos.

Y con esa sensación de que allí ya no había hada que hacer, fuisteis bajando cada uno a su pueblo, unos a Naveo, otros a La Romía, otros a Payares o a Güetses, nadie a La Muela. No hay más.

Y tú qué haces por San Pedro aparte de sacarle fotos?

Nada