2022/06/02

DE FACEBOOK (Días 30 y 31)

LECTURA DE LA PRENSA. El GALLO DE ESCULAPIO Y LAS SIDRAS DE NATI
La prensa asturiana dedicó buenos centímetros cuadrados a hablar del último partido de la temporada en la Segunda División del fútbol español. Si el Oviedo ganaba y se daban otros resultados, nada descabellados, el Oviedo pasaría a un play-off para subir a Primera. Ya se sabe que no hubo suerte o acierto o lo que sea. Este año estuvo uno muy poco futbolero: entre la pandemia y que se anduvo muy comedido por aquello de los kilos, presenció pocos partidos en los chigres. Con este, por ser el último de la temporada, hizo una excepción y vio el partido en la personalísima sidrería de Nati. Cuando, al terminar el partido, fue a pagar las consumiciones, tenía en el bolsillo poco más de un euro. Otro día, a no tardar, se saldará la deuda porque hay confianza. Quede aquí constancia de la deuda, cómo Sócrates dejó dicho a su discípulo Critón poco antes de morir según cuenta Platón en su obra Faedón, que reproduce las últimas palabras de Sócrates: “Critón, debemos un gallo a Esculapio. No te olvides de pagárselo”. Uno aprendió a pagar las deudas y a agradecer para siempre a quien en algún momento le prestó algo. De ahí que mire con desconfianza esas modernidades de la ley de la segunda oportunidad.
Puestos a contar experiencias personales, uno se fijó en una foto de LNE que ilustra la ganadera feria ovetense de la Ascensión. En la foto se ve un padre y un hijo en una cuadra, cepillo en manos ambos, dejando como una patena una vaca roxa. Uno, de joven, en las montañas lenenses estaba acostumbrado a los prados llenos de cucho y las cuadras no digamos, los animales con pertinaces costrones de muchas horas recostados sobre el cucho y el suelo, ajenos a las modas de la limpieza bovina que se estilaban en la zona central de Asturias, en particular entre las vacas de leche. Cuando uno contrajo matrimonio en el corazón de Asturias, mucho le llamó la atención la limpieza que sus suegros aplicaban con manguera y cepillo a aquellas vacas de leche. Uno quedó absolutamente pasmado e impresionado. El contraste entre aquellas vacas lecheras señoritas de la zona central y las vaquinas lenenes no se le olvidará jamás.

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LECTURA DE LA PRENSA. INTRAHISTORIA
La intrahistoria de estos comentarios interesa seguramente todavía menos que los comentarios en sí, salvo para uno mismo, pero no hay inconveniente en desvelar cómo se van gestando, en particular si viene a cuento de lo que se va a decir. Uno echa una ojeada generalmente por la mañana a La Nueva España: básicamente las letras grandes, los santos ¡y las esquelas! Como la lectura tiene lugar sobre la pantalla, ya en ese primer asomo va recortando informáticamente algún titular o alguna foto, hasta la lectura más a fondo por la noche, cuando ya está en la rotativa el periódico del día siguiente y la noticia del día anterior dejó de serlo. Llegada la noche, puede ocurrir que uno se pregunte qué vio tan destellante por la mañana, que llegada la noche le parece una tontería. Puede ocurrir, y aquí está el caso, que haya recortado una frase, esta: “Los partidos se han transformado de cara a la galería en máquinas de obtención de votos antes que en cauces para la resolución de problemas. Urge revertir esta forma de ejercer la política”. ¿Quién pudo haber suscrito tal cosa? De momento uno no lo recuerda porque extractó únicamente ese párrafo, sin anotar la autoría. ¿Cómo interpretar esa frase? ¿Es de un politólogo, Buznego por ejemplo? ¿Qué partido o qué tendencia política puede identificarse con esa idea? ¿Está cuestionando la realidad (y hasta la esencia) de los partidos? A uno le da la impresión de que enuncia una realidad como nueva cuando cree sinceramente que no es que los partidos se hayan transformado en lo que dice sino que siempre fueron así, aquí y en Pernambuco, porque uno no se imagina cómo se resuelven los problemas fuera de los votos. Sí: con las botas. Picado por la curiosidad, por si suena la flauta, introdujo uno la frase en el buscador de Google y resulta que la frase es del editorial del domingo de La Nueva España. ¿Y qué? Pues nada, el típico tópico de los editoriales de La Nueva España. ¿Cambiaría uno de opinión de saber que la frase es de autor determinado? Quizá. Uno no es un ángel.
Ya puestos, desvela uno lo que no es ningún secreto: que, después de LNE, y por ese orden, lee El País y El Mundo. A veces el ABC y/o La Vanguardia. Y El Comercio si cuadró bien durante el día, pero en papel.
A veces, si coincidió que una entrada (un post) tiene la unidad suficiente, deja alguna noticia para comentarla el día siguiente aunque resulte más atrasada todavía. Casi siempre es lo mismo: las noticias de rabiosa actualidad son habas contadas. Por ejemplo que Canteli el alcalde de Oviedo haya dicho que ofrece ayuda para arreglar el edificio de Minas si los estudios siguen en la ciudad, es frase que pudo pronunciarla hace una semana o dentro de tres días. Canteli sabrá si el interventor municipal da de paso un gasto sobre un bien no inventariado en los activos del ayuntamiento. Subterfugios conoció uno muchos cuando hubo interés en resolver un problema y el titular se llamaba andanas. Cuenta aquí uno una anécdota. El fraccionamiento de las empresas ferroviarias en distintos operadores, cada uno con sus intereses y con sus presupuestos dio lugar a situaciones entre hilarantes y penosas. Por ejemplo, la mayor parte de las estaciones de Asturias se adscribieron al departamento de Cercanías por ser el tráfico predominante, pero en Soto de Rey las operaciones preferentes eran de los trenes de mercancías y los trenes de Cercanías les importaban un bledo o casi, de manera que si se modernizaban los bancos y se pintaban las estaciones de Cercanías, se pintaban las de Cercanías, no las demás, para Soto no había pintura, ni tenía derecho a una sala de espera funcional. Si Cercanías tenía interés (que lo tenía) en que incluso Soto contara con los mismos equipamientos que en resto de estaciones, igual había que figurar que se pintaban los bancos de Olloniego, cuando en realidad eran los de Soto de Rey. En fin, ¿dónde figurarán los arreglos que Canteli quiere hacer en Minas?
También del día anterior es la foto de la concejala ovetense de Somos Ana Taboada entregando un premio con motivo de la Feria de la Ascensión. No es habitual que concejales de la oposición, y mucho menos los de Somos, participen en este tipo de actos, pero es de agradecer que la hayan invitado y que haya aceptado. La fiesta no es del Partido Popular sino de Oviedo, y toda la corporación debería participar en los actos protocolarios y deberían ser invitados no residualmente sino en proporción a la representación que ostentan. Todo ello sin perjuicio de criticar lo que encuentren criticable cuando proceda.
Se jubila la quiosquera Oliva Villamea según informa LNE, que estuvo al frente del puesto de periódicos Rosana durante cuarenta y cuatro años. Esto es lo que más le llamó la atención a uno: cuenta que entonces decidió mantener el nombre del kiosco, pues el negocio ya tenía un nombre consolidado. “Ahora me arrepiento un poco porque me costó mi identidad, la gente me llama Rosana, algunos ni siquiera saben que me llamo Oliva y que no tenía nada que ver con la dueña originaria”. Importante el nombre, claro que sí, importante también la pena. Sin ánimo de exhaustividad, a vuelapluma, ni al frente del Marcelino, del Avelino, del Adi o del Muñiz hay ya nadie de ese nombre, y a veces hay que esforzarse por memorizar el nombre del titular.
Lastra afirma que el PP es el partido “de las amistades peligrosas con narcotraficantes”. Buena gana de meterse en fregaos, sabiendo que nadie está libre de mierda.
Lee uno en LNE que los parques eólicos llegan ahora con extras: compromisos de contratar a población local e invertir en los concejos. Desde luego que si las empresas eólicas tienen personal adecuadamente formado en los concejos, los contratarán con preferencia absoluta, incluso aunque no sean los más óptimos, con la esperanza de que no tardarán en ponerse a la altura, pero ¿una actividad intrínsecamente mala pasa a ser buena por contratar nativos?
Habla un editorial de El País de la necesidad de reformar el funcionamiento de las residencias de mayores, entre otros puntos en el sentido de limitar el número de plazas a un máximo de 75 para las zonas rurales y de 120 para las urbanas, la exigencia de organizar la vida interna en unidades de convivencia de quince personas y de aumentar el porcentaje de habitaciones individuales. De cómo sacar el dinero no se habla, pero suponiendo que el objetivo merezca la plena -que lo merece- uno está a favor de las habituaciones individuales, no tanto de lo de las unidades de convivencia y menos de limitar el número de residentes. Es posible aprovechar las economías de escala que permite una gran residencia (mejor organización y rotación de los recursos humanos por ejemplo, obtención de mejores precios en las compras) con la imprescindible humanización de la vida de los internos. Es querer.
Los jugadores del Oviedo fueron felices durante tres segundos al final del partido al pensar que el Burgos había metido un gol que les permitía entrar en el play-off. Uno vio las celebraciones. Es curioso cómo se gestan los bulos y algunas noticias. Algunas se desmienten por su propio peso, pero otras engordan y engordan hasta hacerse creíbles.
Ahora reproduce uno tres noticias sobre las que ya dijo algo días atrás, pero que se cuelgan aquí por su claridad: la de Francisco García ‘Un arma de fuego y un coche’, sobre el ideal de vida americano; el diálogo sidrero de Maxi Rodríguez ‘Parando en Villalpando’; y la oposición a la Ronda Norte de Carlos Fernández Llaneza.




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