2019/12/31

LERCIA, LLERCIA, LLERCIA...

Te pasa a veces que oyes una palabra y no te despegas de ella, mismamente esta mañana nada más leer la columna diaria de Pepe Monteserín.

https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/llercia.html

 No la conocías y no sabes cómo afrontar esta novedad: con repulsa por artificiosa, con escepticismo por prudencia, con antipatía por venir de quien viene, con simpatía por lo contrario, con gusto por la sonoridad.

Finalmente la aceptas: es Navidad. Alguna vez las palabras se pronunciaron por primera vez.

Llercia, llercia, llercia...

(Quedas únicamente pendiente de averiguar la etimología).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿a qué fin, en una felicitación navideña laica, Barbón saca a paseo los miedos?, ¿va de salvador? Llercia me da.
Pues eso.

Anónimo dijo...

En los tiempos que corren es más importante averiguar la etimología de la palabra, que preocuparse en averiguar los miedos que nos acaecen y que nos sobrevendrán. Cada uno se garantiza su futuro de la manera que mejor sabe y puede. Los que se baten el cobre por conseguir un carguín en los primeros puestos de la política española, tendrán miedo de no conseguir el cargo, o de que no les dure lo suficiente como para enriquecerse lo suficiente (y nunca se es lo suficiente como para retirarse). De las primeras figuras para abajo la ambición no es menor, ni el deseo de poder, las ganas de mandar y mangonear. Y me sorprende que aquellos que decían que temblaban con la dictadura de Franco, no les atenace la llercia ante la situación que se nos avecina. Salvo que, claro está, tengan la seguridad de tener las espaldas bien cubiertas por los que deciden las decisiones de la abogacía del Estado, o de la fiscalía, o cualquier otra decisión que pueda resultar arbitrariamente favorable a los intereses de los que deciden los destinos de la mayoría de los sufridos ciudadanos, que incluso para irse de la vida política activa, hace falta tener las espaldas bien cubiertas. Llercia me da a mí también.

Anónimo dijo...

Llercia me da a mí también. Alguno decía que no dormirían tranquilos. Ahora el sueño ¿está garantizado? La reina Leticia no mira muy bien a Sánchez. ¿Vería mal una España republicana ahora que está inmersa en la monarquía? Bueno, yo no soy casta, pero si por algo .... seré casta y estaré a favor de la casta, como el que más. SEmos así y no me se puede reprochar.
Llercia, llercia, llercia... y si no, el exilio a Venezuela.