2019/12/10

LA MUY DIVERSA CLASE OBRERA

Al hilo de esta página, donde coinciden tres noticias de tres sectores bien diferentes con problemática bien distinta, meditas sobre la casi imposible tarea que recae sobre los sindicatos de clase mantener un discurso coherente y creíble.

Por una parte te fijas en Arcelor, una empresa que hereda la larga tradición sindical de la siderurgia pública; una empresa grande, ahora privada, donde, en tu opinión el sindicalismo está en condiciones de mostrar su fortaleza porque al otro lado se sienta una patronal fuerte, donde se pueden negociar medidas directamente ligadas con la producción industrial. Una posición sindical muy diferente de la que disfrutaban frente a la debilidad estructural de la empresa pública.

Por otra parte, tienes al personal de los supermercados, donde la batalla está alrededor de un salario anual de 14.000 euros. Con eso está dicho todo. Es un sector empresarial con fuerte competencia y donde está por ver cómo de solidarios se mostrarían los consumidores en caso de trasladar a los precios finales un posible aumento salarial.

Por último está el sector financiero. Aquí, además de jornadas, salarios, traslados y permanentes regulaciones de empleo, se debaten una serie de beneficios sociales muy dispares en entidades ahora fusionadas, pero donde sigue la huella indeleble del respectivo pecado original. Aquí  no cabe hablar de posible solidaridad ciudadana: el estigma cae tanto sobre bancos como sobre bancarios de niveles altos y bajos, como imprescindibles brazos ejecutores de las consecuencias del estrechamiento de los márgenes financieros.

Si ya es difícil concebir por parte de los sindicatos de clase un tratamiento solidario para estos trabajadores tan diferentes, de los otros sindicatos gremiales o de sector no cabe pensar en planteamiento solidario alguno.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quienes integran la clase obrera? Está claro que los empleados encargados de la producción pertenecen a la clase obrera. Pero ¿y los directivos, son clase obrera? Los arreadores no forman parte de la clase obrera, aunque sean empleados del mismo patrón, porque forman parte de un estatus diferente, de otra clase social. Los distintos estatus tienen distintas necesidades, distinta problemática. Y los empresarios tienen otros problemas. Y los sindicalistas tienen otros problemas. Algunos sindicalistas de algunos sindicatos se quedan con dinero de las subvenciones que el estado les entrega para que los parados mejoren su situación y con ese dinero se dan grandes comilonas y buenos viajes a costa de los parados.
Arcelor es una empresa muy contaminante sin que los sindicatos, ni los gobiernos locales, ni el gobierno autonómico se opongan, mientras un coche particular no pasa la ITV ni con una enésima parte de contaminante de una chimenea de Arcelor.
Hay muchos jóvenes que se van de Asturias y de España para encontrar un empleo a la altura de sus capacidades y sus expectativas: hay licenciados que están de reponedores en una gran superficie que no cobran más que otro reponedor sin el bachillerato elemental. Para ser reconocido por su valía, se va de España... y no vuelve. Aparte de algunos directivos de las empresas públicas que no han terminado el bachiller, en Asturias trabajarán los que tienen padrino y no hay sindicato que se oponga, que lo denuncie porque ellos también medran por el enchufismo. Política al fin y al cabo. Negro futuro para los asturianos, aunque estén jubilados. Pero si gobiernan los tuyos, todo te parecerá bien aunque estemos como los cubanos, como los venezolanos.

Anónimo dijo...

Hay un sindicato tan particular como el de maquinistas y ayudantes de maquinistas ferroviarios. Ayudantes ya no hay y los maquinistas cada día se sienten más amenazados por la tecnología que permite que circulen los trenes sin un conductor en cabina. ¿Qué se hará con todos esos maquinistas que no son necesarios y cobran por ir en cabina? Los PC se cargaron toda la casta de informáticos y hoy no hay documento que se precie que no se haga con un ordenador. Igual con el nuevo gobierno volvemos a la máquina de vapor y a la máquina de escribir, con papel de carboncillo. Y los túneles a pico y pala. Todas las empresas nacionalizadas y todos los directivos serán del partido sin necesidad de saber derecho, ni MBA, ni económicas, ni empresariales, ni...

Anónimo dijo...

Tras meses de investigación, el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias Gabriel Bernal formuló una denuncia ante el Juzgado de guardia de Oviedo por presunta corrupción en el uso de dinero de subvenciones públicas. Su investigación se originó tras la de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. La Fiscalía Superior de Asturias justifica la denuncia “por la supuesta actuación fraudulenta en materia de subvenciones públicas llevada a cabo por el sindicato UGT, a través de su fundación, el Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES)”.