2018/09/05

EL ALTO COMPROMISO DEL PERSONAL

Entresacas esta frase, con todos los riesgos que se quieran, de un artículo periodístico que glosa la concesión de un premio al gijonés hospital de Cabueñes.

Te gustaría pensar que las declaraciones son sinceras, que la gerencia actual piensa lo mismo, que no son recuerdos de 'cualquier tiempo pasado fue mejor'.

No tienes tú esa sensación de tu empresa ni -en bastantes casos- de los compañeros con los que compartes planta. La idea que recibes más bien es la de caos o, si quieres no ser tan negativo, la de inercia.

No te queda mucho tiempo de vida laboral, pero te vas a ir sin haber dado nunca con un líder que tirara del carro (o del tren). Sin líderes arriba y sin líderes en el medio que transmitan ilusión, empuje, clarividencia, sentido (dentro de todas las limitaciones técnicas, políticas y económicas que se quieran) malamente se puede encontrar ni alto ni bajo compromiso del personal. Si 'los de arriba' -que no están tan arriba- transmiten la idea de que 'esto no hay por donde cogerlo', malamente cabe en los de abajo -que tampoco están tan abajo- compromiso alguno.

Pese a todo, intentas navegar contra corriente, pensando sobre todo en el ciudadano que paga sus impuestos.

3 comentarios:

ANgazu. dijo...

Creo que has dado con una buena descripción de la mediocridad, demasiado abundante por desgracia.

Saludos.
ANgazu.

Anónimo dijo...

Con tu escrito hoy, más que nunca, intimas y no se si intimidas con tus palabras. No se si será porque ves pronta tu jubilación y tienes una vida laboral cargada de experiencias, de anécdotas, de contrastes, de ver caciquismos, ninguneos y mamoneos. Si sigues con el blog después de jubilado, igual te explayas y nos relatas cosas que has vivido y van en esta línea del post que tú nos escribes el 9/05/2018 11:54:00 p. m.

Sabemos que tu empresa es pública y que como tal está muy expuesta a los devaneos políticos. Tu empresa, o la empresa en la que tú prestas tus servicios, es un reflejo de lo peor de los diversos gobiernos que desde Franco, han ido mangoneando esta España y a los españoles.

La reunificación de los ferrocarriles españoles fue una gran idea que originó una gran empresa que heredaba a las empresa ferroviarias que fusionaron su identidad en la red nacional (localismos aparte) Podemos recordar, aparte e los presidentes, los edificios emblemáticos que la empresa erigió o heredó y que muchos de ellos fueron abandonados o demolidos. Verdaderas obras de arte de la arquitectura que no fueron apreciadas ni valoradas por los gobernantes de turno. Patrimonio de todos los españoles que se ha perdido para siempre. Hoy unos edificios inhóspitos encargados a arquitectos que no tienen ni puta idea de la funcionalidad que requieren los cometidos de las modernas instalaciones como satisfacían las antiguas edificaciones. Lo de los edificios es un pálido reflejo de una política y de unos políticos que no han sabido valorar un patrimonio, como no han sabido explotar el potencial de una empresa de transporte de pasajeros y mercancías. En realidad los políticos y los que han colocado los políticos en los cargos de gestión de Renfe, nunca han considerado el principio empresarial de beneficio. Como pagan los contribuyentes, los malos gestores se pueden permitir arruinar, año tras año, los restos de aquella empresa que unificaba los ferrocarriles españoles. Así, desde hace muchos años, esta empresa pública se ha ido convirtiendo en el lupanar que acoje a los familiares y a los amiguetes (y a sus familiares) de los políticos que van llegando al gobierno y se externalizan cada día más trabajos en las distintas sociedades que conformaban una Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles. Lo Nacional hoy resulta ofensivo para muchos españoles y lo Español también resulta ofensivo para los separatistas que quieren destrozar España. Y a río revuelto... en cada una de las empresas públicas españolas.

Ya nos contarás tú algún día .

Anónimo dijo...

Te felicito por tu escrito. A colación de lo que apuntas, quisiera reseñar la diferencia que incluso los medios de comunicación hacen respecto a los accidentes ocurridos en un tren o en un bus (como el ocurrido esta semana) Las victimas directas son los viajeros que van en ese tren (Angrois) o en ese bus (Asturias) Víctimas son también de esos accidentes los más allegados a esos pasajeros, como padres, hermanos, cónyuges, hijos, amigos y demás conocidos. Víctimas son también todos los viajeros de tren y de bus, aunque no hayan sufrido en sus carnes ese accidente, y víctimas son también todos los potenciales clientes de todos los medios de locomoción. Ahora bien, el tratamiento de la noticia es muy diferente si se trata del tren, a si se trata del bus (como transporte colectivo). Ayer las noticias hablaban de las responsabilidades de los responsables de la seguridad en la circulación "si Lanchares tiene responsabilidad, Cortabitarte tiene aún más". Aquí es donde uno tus palabras:'pero te vas a ir sin haber dado nunca con un líder que tirara del carro (o del tren). Sin líderes arriba y sin líderes en el medio que transmitan ilusión, empuje, clarividencia, sentido (dentro de todas las limitaciones técnicas, políticas y económicas que se quieran) malamente se puede encontrar ni alto ni bajo compromiso del personal. Si 'los de arriba' -que no están tan arriba- transmiten la idea de que 'esto no hay por donde cogerlo', malamente cabe en los de abajo -que tampoco están tan abajo- compromiso alguno.' Una empresa inane a todas luces.
Y tus palabras se desencdenn aludiendo al compromiso del personal que destacan los exgerentes (de cualquier sitio) Si los gerentes no se comprometen personalmente, no pueden esperar que sus subordinados se comprometan más que ellos, porque las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra. El concepto de dirigir una empresa cambia según las personas que la dirigen y crean la estructura de autoprotección personal para que otros carguen con las culpas que no tienen: hay personas que no están capacitadas ni para llevar su propia casa y ostentan dirigir la empresa de ferrocarriles. Paradójico. 'Pese a todo, intentas navegar contra corriente, pensando sobre todo en el ciudadano que paga sus impuestos.'