2012/01/07

LOS REYES TRAEN DEBERES

Tendrás que dibujar un detallado cronograma para evitar esos enojosos agravios que corren el riesgo de surgir después de que los Reyes Magos hayan culminado su complicada tarea anual.

Tendrás que tener buen cuidado de dónde colocas esa nueva visera para evitar que vuelvas a perder la que te trajeron los Reyes hace un año por estas fechas, extravío que mantuviste en secreto hasta que los investigadores dieron con la prueba definitiva después de algún sospechoso indicio de que había habido un trucaje.

Tendrás que procurar no coger ni un gramo más para que te sirva ese pantalón de pelo de melocotón que entra así así, pero no porque hayas engordado, ni porque te quede mal, quiá, sino porque cada fabricante numera las tallas como le da la gana.

Tendrás que lucir la corbata de Aldeas Infantiles, que por lo visto anuncia Vicente del Bosque, y tendrás que lucirla cuando te pueda ver quien escribió esa carta. Di tú que a lo mejor vale como prueba colgar una foto en Facebook.

Recuperando viejas habilidades olvidadas desde hace cerca de cuarenta años, tendrás que esmerarte al tañer esa nueva armónica. Claro que como es el primer autorregalo de tu vida, con remanentes antiguos de otros años y otras cartas, no tienes que justificarte ante nadie. Tú mismo te irás marcando metas a base de horas y prueba y error. Como, después de unos minutos de tanteo, tú mismo te sorprendes de no haber olvidado nada, a lo mejor hasta te decides a corto plazo por un modelo más evolucionado.

Tendrás que aplicarte con Josep Pla, y siguiendo promesas autoimpuestas, con el Ensayo sobre la lucidez, de Saramago, para a continuación dar ya cumplida cuenta de un kilo y novecientos gramos de literatura, que eso es exactamente lo que pesa la trilogía de Javier Marías Tu rostro mañana (Fiebre y Lanza; Baile y Sueño; Veneno y sombra y adiós). Posiblemente hayas leído ya alguno, pero también tomaste muchas veces un pincho de picadillo, junto con su ración de sidra, noticias y observación, y no por eso deja de pedirlo un sábado por la mañana.

Tendrás que tomar algo para la memoria para que no se te olvide nada relevante, esos zapatos, esa mudina… y lo que cabe en los puntos suspensivos.

No hay comentarios: