A través de un correo electrónico de línea y media te comunican que quedas inscrito en un curso de formación de Formadores en Medioambiente (y un taller, por supuesto) y de paso se te comunica que pasas a ser el Responsable de Calidad en una determinada área geográfica incluso fuera de la patria querida.
Hay división de opiniones incluso en tu círculo más cercano así que no sabes si reír, si llorar o hacer como Buster Keaton.
Indudablemente la empresa tiene algún espía cerca de tu domicilio, o incluso dentro, que controla cómo separas la basura: los lunes vidrio en bolsa verde; lunes, miércoles y viernes, plásticos y envases en la bolsa amarilla; martes, jueves y sábados papel en bolsas azules, pero esto no los cumples porque los periódicos van al coche y de ahí a la cocina de carbón de tu madre. Quizá ahora como castigo por ese incremento de CO2 te mandan a clase, te forman, reforman y deforman. Y eso que a veces, como no te fías del reciclaje que se hace en tu comunidad, acercas las bolsas de colores a unos contenedores a trescientos metros de tu casa. Quizá alguien haya observado poca implicación por no haber convencido al resto de la Comunidad.
Te pones en el lugar de los estudiantes de Forestales, que habrán iniciado sus carreras con la ilusión de regenerar los bosques y acaban de defensores del eucalipto…y gracias. Como Abogado ya tuviste a veces que defender lo indefendible. En realidad ese es tu papel y en el pecado llevas la penitencia.
Nadie cree en nada, pero el mundo avanza como si creyera. Es curioso.
2011/01/20
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3 comentarios:
¿Instinto de supervivencia?...
Un abrazo
Eres genial y lo vas a hacer requetebien... Como todo!
Si el mundo creyera se pararía.
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