2022/05/30

DE FACEBOOK (Días 25, 26 y 27)

LECTURA DE LA PRENSA. PERROS, PERRAS, MASCOTAS
Es una suerte que la palabra mascota sea de género femenino aunque nos refiramos a un gato o a un can con pilila. La Nueva España despachó con acierto el titular de una noticia: “Afronta un año de cárcel por dar una paliza a la mascota de su novia en Oviedo”. El texto de la noticia habla de que la mascota era una perra bulldog inglesa. En un apuro tuvo que encontrarse el redactor de titulares de El Comercio, ya que su titular fue otro, el que se reproduce aquí. Si perro comprende a perros y perras fue correcto. Bueno, una digresión para empezar.
El periodista Melchor Fernández Díaz echó en falta un bar en alguna de sus salidas al monte y aprovecha para reivindicar que no falte un chigre en ningún pueblo. Tiene razón, pero las normas fiscales y las sanitarias juegan en contra, además de las quejas de los hosteleros por competencia desleal si se abre la espita. Eso con los bares de pueblo, porque los bares de ciudad ampliaron sus funciones tradicionales de servicios de bebidas a ser punto de recepción de la paquetería de los vecinos, que no siempre están en casa a la hora del reparto.
Para una vez que le da a uno por leer el Diario de León se encuentra con la noticia de que el teniente de alcalde de Sahagún dimite tras un positivo en alcohol cuando conducía un autobús escolar. ¿Tiene alguna importancia de qué partido era?
Del encuentro de los reyes españoles se fija uno en dos viñetas, la de Gallego & Rey en El Mundo, ingeniosa, y la del perspicaz Peridis, que lleva unos días con la imagen de la corona por los suelos. Echó uno una ojeada a los titulares de los periódicos de Madrid, sorprendido por el editorial de El Mundo y alguno de sus titulares. El editorial reza tal que así: “Felipe VI merece la lealtad de Don Juan Carlos”. En la portada: “Felipe VI expone a su padre el perjuicio que causa a la Corona”. Y en el interior: “Felipe VI amonesta a su padre como Jefe del Estado”. El ABC por su parte presenta este titular mucho más tibio en la portada “El Rey demanda prudencia a Don Juan Carlos”. Para La Razón hubo entre los reyes simples conversaciones.
Dicho este, ¿algún hijo fue capaz de convencer alguna vez a su padre de ochenta y cuatro años de que estaba metiendo la pata, o es batalla perdida?

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LECTURA DE LA PRENSA. ¿ADIÓS AL COVID?
Según propia observación no es despreciable el porcentaje de gente que sigue utilizando mascarilla en exteriores. Sin embargo, ya no es noticia en la prensa, al menos no encontró hoy uno ninguna noticia sobre el covid ni en la prensa regional ni en la nacional, y sí varias sobre la viruela del mono.
No anduvo uno atento a rescatar una encuesta de La Voz de Asturias, que ya no está disponible, que preguntaba a los aficionados sportinguistas si preferían que perdiera su equipo contra Las Palmas para perjudicar al Oviedo. Cuando uno consultó la página, el porcentaje de quienes deseaban la derrota del equipo estaba próximo al 65% y el número de participantes en la encuesta superaba los cinco mil. Hay aficiones que viven tanto para que pierda el equipo de sus odios, como para que venza el de sus amores. Hay quien piensa que también la directiva lo prefiere, por ejemplo, si se decide que Djuka, el goleador del Sporting, se opere de inmediato de una fractura de escafoides y no cuando termine la temporada, dentro de una semana.
Es noticia Javier Fernández, pero no el expresidente del Principado, sino el empresario de hostelería del Nalón, por sus declaraciones en la prensa sobre la escasez de escanciadores. Aparte de compañero de estudios durante algún curso, uno tiene a Javier Fernández como gran profesional. Lástima que sus ocupaciones no le permitan este año compartir mesa y mantel en la inminente comida de compañeros de curso, donde podría exponer sus razones sobre esta situación.
Un español comprende muy difícilmente las costumbres de otros pueblos: tanto la del joven que mata a veinte personas en una escuela de Texas como la de los pakistaníes que asesinaron a dos hermanas por una cuestión de honor.
Uno encuentra esta frase vacía que incluso mereció un titular: “Asturias necesita un plan de futuro a través de un cambio de paradigma, reorganizarnos y afrontar el futuro”. ¿En cristiano, qué?

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LECTURA DE LA PRENSA. ESCANCIADORES
A uno no le gusta demasiado Tierra Astur, porque prefiere sidrerías más caseras, menos industriales. Reconoce, no obstante, su enorme tirón y su apuesta por los productos asturianos, por el vino de Cangas por ejemplo. Lee uno en El Comercio que se acaba de apuntar un tanto contratando a Salvador Ondó, ganador de numerosos premios de escanciado, como formador de escanciadores de la macroempresa. Dice Ondó: “Hay que ir renovando y escanciar como Dios manda, porque mi tarea es que nuestros escanciadores sean un referente en Asturias” Y añade: Hay que echar un chorro fino, con delicadeza. Escanciar no es tirar la sidra sin más, sino que hay que ir dejando que caiga con soltura y elegancia”. Siguiendo el vicio de costumbre, de parar en las sidrerías que tengan el Comercio, comentó uno exactamente esa frase con el camarero escanciador habitual. “Mira lo que dice Ondó, que la sidra tiene que caer con soltura y elegancia”. “Anda, ya”, fue su respuesta. Por cierto, que es un buen escanciador, que echa la sidra sobre el borde, con buen tino, el tamaño adecuado y cortando el chorro como es debido, “como Dios manda”, en palabras de Ondó. Están las redes revolucionadas con la falta de escanciadores, dicen que achacable a la cicatería del empresariado hostelero. Uno no está en condiciones de comparar si el empresario de una pequeña tienda de comestibles o de una mercería o de una tienda de ropa son más generosos que el empresario hostelero. Uno cree que son iguales. En cualquier sector uno quiere que no le engañen: que no le engañe el camarero derramando la sidra fuera del vaso, pero que no le engañe el tendero metiendo una naranja podrida cada tres pasables, que no le engañe el de la tienda de ropa convenciéndole de que ese pantalón es exactamente su número cuando es el último que le queda por vender. Un buen escanciador claro que debería cobrar más que uno malo. Es más, uno malo no debería echar sidra. Uno no es demasiado exigente con los escanciadores. Cuando coincidió que en una sidrería hay uno bueno y uno malo, procura que el culete lo eche el bueno, no porque uno distinga el sabor del buen escanciado con olfato y gusto de gourmet, sino por pura estética. Uno se poner nervioso ante el mal escanciador, ante el que echa un vaso de dos veces, al que tira la mitad fuera, al que la bate en exceso (mal endémico), pero, repite uno, más por estética que por sabor. Cuando coincide uno así, uno procura literalmente mirar para otro lado. Uno, excepcionalmente, tiene dejado de entrar en algún establecimiento cuando el escanciador era pésimo, pero no dijo ni mu al dueño. Algún día se asomaba por si seguía trabajando aquel ejemplar o preguntaba a los parroquianos habituales. Quizá habría que decirlo, pero sidreros repunantes ya hay abondo. Habría que preguntar a tanto cliente exigente si están dispuestos a pagar cinco euros por una botella bien escanciada para pagar el sobreprecio del camarero o se confirmarían con el escanciado pasable actual: el pasable, no el pésimo. Si te rascan el bolso, a lo mejor se vuelve uno más acomodaticio, menos refunfuñón.
Uno procura no referirse a una misma noticia dos días seguidos. Lo que tenga que decir que desembuche de una vez y a otra cosa. Con la disculpa de que no se conocía la identidad de los niños tiroteados por el adolescente norteamericano, relaciona aquí los apellidos de los muertos. Casi todos podría ser de esta tierra. La coincidencia de los apellidos hace que uno se sienta más solidario con su causa y con la sinrazón de las armas libres: Bravo, Cazares, Elrod, Flores, García, García, García, Garza, López, Luévanos, Mata, Mathis Mireles, Ramírez, Rodríguez, Rodríguez, Rubio, Salazar, Silguero, Torres, Torres. Los nombres son de más difícil pronunciación, pero también los que se ponen a los nativos acá.
Uno no es amigo de consorcios porque suelen acabar a palos antes de disolverse. Hay excepciones útiles: el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) y el Consorcio de Gestión de Residuos (Cogersa). Este último celebra los cuarenta años de su constitución y no suelen escucharse voces críticas de las partes que integran tal consorcio, si acaso, de algunas organizaciones ecologistas, pero las críticas no se dirigen al consorcio como organización sino, si acaso, al tratamiento dado a algunos residuos. La verdad es que no conoce uno muchas alternativas porque endilgar la porquería fuera de las fronteras marítimas o terrestres no es de recibo.

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