2022/05/24

DE FACEBOOK (Días 21 y 22)

LECTURA DE LA PRENSA. LEYENDO
Le gusta a uno el eslogan de Libroviedo de este año “Leyendo se encuentra la gente”. Es una frase polivalente que permite varias lecturas. A uno le gustaba y le gusta el lenguaje pero la mayor parte de los conceptos están olvidados y ahora mismo suspendería uno (si siguiera habiendo suspensos) en el análisis sintáctico. ¿Leyendo se encuentra la gente o leyendo se encuentra a la gente? ¿La gente se encuentra leyendo, la gente se encuentra bien leyendo? Todo ese juego da la frase y la lectura. Uno es un vicioso de la lectura, de casi cualquier lectura, pero, en contra de la opinión mayoritaria, no cree que tal actividad transforme a alguien en buena persona. Uno conoce mucho lector gilipuertas. ¿Diríamos que no es lector el que estudia un manual de fabricación de explosivos?
El País Vasco anuncia ayudas a la natalidad que multiplican por siete las del Principado. El Gobierno Vasco anuncia doscientos euros al mes por hijo hasta los tres años de edad para familias con rentas por debajo de cien mil euros: 7.200 euros haciendo las multiplicaciones oportunas. El Principado abona un pago único de mil euros para familias con renta inferior a cuarenta y cinco mil euros anuales. No son comparaciones absolutamente homogéneas en atención al tope de renta previsto en cada caso. Habría que ver la natalidad del año 2025 por ejemplo en las dos comunidades autónomas, pero uno no cree que la mayor ayuda del País Vasco implique un aumento de la natalidad sustancialmente mayor que en Asturias. ¿Quién se acordará de efectuar la comparación entonces? Habría que estar muy ocioso para anotar en la agenda del teléfono móvil, por ejemplo, en una casilla de febrero de 2026 “Ver nacimientos en Asturias y en el País Vasco”.
En un suplemento de salud de LNE entrevistan al doctor Enrique González, que acaba de publicar un libro “La quiebra del Sistema Nacional de Salud”. Enrique González desempeñó cargos en sanidad pública andaluza y asturiana. Se queda uno con las respuestas que da a las preguntas sobre las listas de espera, pero aparte de que podía ser más claro al formular la respuesta, uno cree que hace trampa en la solución: como sabe que las listas de espera son una cuestión irresoluble en la sanidad pública, defiende que no es un indicador de los más significativos.
P. En su libro, atribuye una relevancia secundaria a las listas de espera. ¿Por qué? R. Las listas de espera no deben ser el único eje de análisis sobre el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. Aunque para cada paciente la espera tiene importancia, valorar el funcionamiento del sistema de modo único y reiterado a través de la información de las listas de espera es, en mi opinión, un enfoque de corto recorrido. Tratamos por igual desde la óptica temporal una patología dolorosa que produce limitaciones y una patología localizada de menor alcance y sin repercusión en la actividad ordinaria.
P. ¿No le parece que funciona mejor el servicio de salud que tiene menos demoras? R. Dudo que ese sea el parámetro central. En mi opinión, el análisis tiene que alcanzar más variables, como la eficiencia, la distribución y utilización de los recursos tecnológicos e infraestructuras, la equidad en las prestaciones, especialmente en los grupos de mayor riesgo de vulnerabilidad, la calidad de los servicios... El debate sobre las listas de espera termina siendo el árbol al que todos nos acostumbramos a ver, pero que nos impide ver el bosque completo al otro lado. Un árbol que pretendemos podar a base de peonadas, de resultados a corto plazo, pero que no resuelven las deficiencias en la gestión de los procesos, más bien al contrario.
El nuevo Secretario General del Sindicato Médico de Asturias declara: “El Principado explota el voluntarismo y la vocación de los médicos. La sanidad pública y la privada se complementan”. Toda una declaración de intenciones.
Uno admira a los arqueólogos y otros científicos que colaboran con ellos, que son capaces de extraer conclusiones de restos que a los demás nos pasan desapercibidos: examinando unos fósiles adivinan al menos parcialmente la alimentación de aquellos hombres.
Se inauguró el Bulevar del Vasco. Entre las personalidades asistentes se encontraba la Fiscal Jefe de Asturias. Es extraño verla en actos de este tipo. Esperamos que su departamento no tenga que actuar. Sin coña. Uno desea que algún gran proyecto salga lo más limpio posible. Veremos dentro de unos años. ¡Señor, Señor!
Entre fiscales anda ya Luis Rubiales el del fútbol. Al ver su foto, uno se fija en sus zapatos. Uno tiene cierto recelo a ese tipo de zapatos. Alguna manía hay que conservar.
Delia Losa, la Delegada del Gobierno, metida ya a mitinera como cabeza socialista de la capital, declara que el PSOE plantea cinco veces más propuestas que el PP en la oposición. Sin duda, las habrá contado para asegurar eso. No obstante, uno no está muy por la labor de formular propuestas, no sea que, dado que lo tiene todo tan claro, le encarguen llevar a término eso que propone. Uno aprendió en su momento a proponer aquello que de ninguna manera le iban a encomendar, por ejemplo, por alejarse absolutamente de las tareas del departamento. Está bien dar ideas para que otros las lleven a cabo.
Queda uno intrigado por ese edificio emblemático y arquitectónicamente futurista al que alude Pedro de Silva. Su columna no tiene más ilustración que su retrato, pero no estaría mal una excepción en algún caso.
Entrevistan a Vicente Miera, que fue en dos etapas entrenador del Oviedo y a uno le llama la atención el titular: “Recuerdo las campanas de la Catedral, nunca vi nada igual”. Por una parte ver un sonido es uno fenómeno de sinestesia (no lo olvidó uno todo, algún poeta francés era especialista en esto, ¿pero quien?), pero sobre todo, suerte tenemos que todavía se escuche el tañido de las campanas y no se haya eliminado por reminiscencias de la clerigaya o por contaminación acústica. Hay fenómenos que le conectan a uno con el pasado: los sonidos que oyeron nuestros antecesores, el discurrir de la corriente de un riachuelo o las campanadas de una catedral.
La zona del antiguo hospital sigue empantanada. Curiosamente cuatro políticos bien contrarios coinciden en que hay que hacer algo cuanto antes. No está uno muy de acuerdo con ello. No habría que hacer cualquier cosa sino algo que merezca la pena. Le recuerda a uno la anécdota atribuida a Diógenes el cínico: Al anunciar Filipo que iba a atacar Corintio, y al estar todos dedicados a los trabajos y corriendo de un lado a otro, él empujaba haciendo rodar la tinaja en que vivía. Como uno le preguntara: -¿Por qué lo haces, Diógenes?-, dijo: -Porque estando todos tan apurados, sería absurdo que yo no hiciera nada. Así que echo a rodar mi tinaja, no teniendo otra cosa en qué ocuparme.

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LECTURA DE LA PRENSA. CASCAYU
Extraña pero muy dignamente la alcaldesa de Gijón declaró que cumplirán el fallo que condenó al Ayuntamiento a restablecer el doble sentido de la circulación en el Muro de San Lorenzo. La cuestión la resume bien, de paso la valora, un editorial de La Nueva España, edición de Gijón. Es de aplaudir que la alcaldesa no utilice triquiñuelas tipo Generalitat para incumplir la sentencia. Por el contrario, el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, de IU, habló en el idioma politiqués al afirmar que el cascayu es pasado, que el futuro es reformar el Muro. Es posible que la alcaldesa reciba aliviada la sentencia por haberse arrepentido en cierta forma de aquella medida. Sea así o no, hizo lo correcto: acatar y cumplir la sentencia, que es lo que debería hacerse siempre.
El lenguaje politiqués le tiene a uno maravillado. Si se funda un nuevo partido, como el que se proyecta en el occidente asturiano, uno lo interpreta como un descontento con el partido gobernante, pero Adrián Barbón, el presidente asturiano, le da la vuelta al argumento al declarar que nacen nuevos partidos porque la oposición no es alternativa de gobierno. Realmente ingenioso por lo menos.
El Director de la Escuela de Minas de Oviedo hace un flaco favor al expresidente Javier Fernández al indicar que tanto el Principado, como el SOMA, como la FSA intentaron llevar la escuela a Mieres, y que el único período de paz fue el mandato de Javier Fernández.
Otra foto que no favorece nada es la del cocinero José Andrés en los toros. Si al minuendo de sus acciones solidarias se le aplica el sustraendo de la arena, ¿cómo queda la diferencia? Igual en números rojos (los de la sangre).
Al hilo de la noticia del supremacista (al cambio un racista, pero paree que al hablar de un supremacista se justifica este tipo de proceder) que mató a diez personas en Estados Unidos, dice El País que a los 17 años contó en clase que quería hacer un ritual de asesinato-suicidio. Será verdad, pero ¿cuántos adolescentes y cuántas personas dirán cosas por el estilo que no se materializan, por suerte? Hace unos días contaba un conocido que otra conocida, que sufre varios padecimientos, le había transmitido la idea de que si no se suicidaba era porque quería sacar adelante a una hija que está aprendiendo a leer. ¿Habría que llamar por ella al teléfono de prevención de suicidios? Si al final se suicida, un poco de remordimiento es inevitable, pero si no, que es lo estadísticamente más probable, hace uno el ridículo generando la llamada, además de poder buscarse un problema. En una ocasión, un entre conocido y amigo le llamó a uno para que intercediera ante un político en petición de ayuda para un hijo en paro. El que suscribe dio largas y el interlocutor se tiró por el acueducto de la Concha de Artedo a la semana de aquella fallida conversación. Uno se conjuró, si es posible tal cosa, para convencerse de que no pudo hacer nada y que su amigo/conocido al final la acabaría armando.
Pepa Bueno, la directora de El País, defiende el periodismo de “ir, ver, preguntar, escuchar, contrastar, confirmar y escribir o hablar, un protocolo que exige una formación y unas reglas que solo pueden hacer los periodistas”. Uno duda mucho de que todos los que firman crónicas y noticias en su periódico tengan la titulación oficial, pero ir, ver, preguntar, escuchar, contrastar, confirmar y escribir o hablar, lo pueden hacer gentes con tino aunque sin título. Esto le da pie a uno para pensar si las exigencias de titulación están relacionadas con la pirámide de Maslow, es decir, si las profesiones más directamente relacionadas con las necesidades básicas del ser humano, están blindadas, de manera que solamente pueden ser ejercidas por titulados y, es más, afiliados a un colegio profesional. En principio, teniendo en cuenta que la necesidad básica es la salud para mantener la vida, sí parece que el ejercicio médico ha de ser desempeñado por titulados. Las labores periodísticas no sabe uno a qué altura de la pirámide se acoplan. En cualquier caso, sería un ejercicio entretenido esto de las titulaciones y la pirámide de Maslow.
Según ABC se registró una monumental bronca (de las que se recordarán) hacia Grande-Marlaska, el ministro del Interior, en un acto de la Policía, concretamente en la academia de la Policía abulense. Uno quiso buscar en la web cómo fue esa bronca de grande, y quizá tenga que intervenir el VAR para determinar si por los decibelios la bronca fue monumental o una tormenta en un vaso de agua. A uno le pareció poca cosa. En algo acierta el ABC, quizá sin querer, y es que la palabra monumento etimológicamente esta relacionada con el recuerdo. http://etimologias.dechile.net/?monumento https://www.elmundo.es/.../20/6287978de4d4d856068b45e1.html
En El País encuentra uno la noticia de que estamos condenados a varias infecciones y reinfecciones del Covid a lo largo de nuestras vidas. Aunque no se habla de gripalizar, se está pensando en ello. Si la enfermedad se convierte en cíclica y recurrente no es de extrañar que en Nueva York vuelvan las mascarillas al registrar un aumento de ocupación de las camas hospitalarias.
La Zarzuela rebaja el encuentro con el Emérito a un acto privado. ¿Dónde está la diferencia para tal disgusto realengo? ¿Si fuera público habría cámaras y micrófonos? Las pondrá Villarejo.






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