2022/04/13

DE FACEBOOK (Días 10 y 11)

LECTURA DE LA PRENSA. CORRUPTÓMETRO
Se entretuvo uno en medir qué informaciones de corrupciones políticas publicaban hoy los periódicos de Madrid, más que nada porque le dio la impresión de que el periódico de la izquierda se extendía en informar de corrupciones de la derecha y los periódicos de la derecha, de las corrupciones de la izquierda, que, escarbando, aparecen también. Incluso estaba uno por trasladarlo a una fórmula matemática, pero hay centímetros cuadrados de noticia difícilmente reconducibles a dato aséptico (como se dirá) así que se limita uno a la descripción. Así y todo cada uno puede sacar conclusiones evidentes sobré qué periódicos informan de qué corrupciones. Se puede resumir en: Y tú más.
Con motivo de la publicación de una nueva sentencia de la Audiencia Nacional que condena al PP por el caso Gürtel, el País dedica dos páginas al caso, y aprovecha para resumir la historia de la Gürtel. Al caso de los comisionistas de la Comunidad de Madrid dedica cuatro quintas partes de una página. Otra noticia sobre una condena a una ex asesora de Cifuentes ocupa aproximadamente un octavo de página.
El Mundo publica en la portada una pequeña llamada de una noticia sobre un caso de corrupción de unos familiares del socialista Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana. Uno de los editoriales también versa sobre ese caso: un octavo de página de editorial (los centímetros cuadrados de editorial deberían computarse el doble por lo menos). Más adelante, la información propiamente dicha ocupa una página. A la nueva condena del caso Gürtel El Mundo le dedica media página. También hay una llamada en la portada para el caso de los contratos de las mascarillas y demás de la Comunidad de Madrid. En el interior, una página.
ABC dedica tres quintas partes de página a una investigación judicial de contratos Covid encargados por el gobierno central. Una quinta parte de página a la condena al PP por la trama Gürtel. Tres cuartas partes de página a los contratos del Covid de la Comunidad de Madrid, pero una página entera a declaraciones de Luis Medina (mascarillas Madrid) por lo que no sabe uno cómo encuadrar ideológicamente esta especie de entrevista, donde tiene la oportunidad de explicar su versión. También una cuarta parte de página a la condena de un alcalde de Villaconejos. Curiosamente la noticia no recoge de qué partido era el alcalde. Resultó ser del PSOE, una vez consultada la Wikipedia.
La Razón dedica una página a la condena de la Gürtel. Ocho quintas partes (página y pico por lo tanto) a las mascarillas de la Comunidad de Madrid. También, parecido a ABC, cuatro quintas partes a declaraciones justificativas de Luis Medina, implicado en el affaire de las mascarillas madrileñas.
En relación con la retirada de las acusaciones al anterior gobierno municipal ovetense, tripartito de izquierdas, -ahora también la acusación particular se retira, no solo la fiscalía- la portavoz de Somos, Ana Taboada, acusó al PP de que el proceso fue iniciado por ‘las cloacas políticas y jurídicas de la derecha local”. Formalmente el procedimiento partió de un grupo de vecinos a quienes incomodaba el mercado. La queja era legítima, pero uno se alegra de que se hayan retirados las acusaciones. Sin embargo, no comulga en absoluto con los exabruptos de Taboada.
La prensa en general destaca que el Poder Judicial ve aspectos discriminatorios en la ley trans. Vienen a decir que la mujer-mujer (toma uno para la ocasión aquel dicho de Aznar en su día) está discriminada respecto de los o las trans. Uno cree que no toda diferencia se convierte necesariamente en discriminación, pero el argumento resulta un hábil coladero, por lo que si se habla de discriminaciones, está ya uno especialmente prevenido.
Por cierto, el colectivo trans boicoteó la presentación de un libro en Mallorca de los profesores asturianos Marino Pérez y José Errasti. Habrá quien los defienda con dos argumentos: primero, si se tiene la razón, se tiene derecho a imponerla por todos los medios; segundo, si se sufrió una discriminación histórica, se tiene derecho a visibilizar la lucha por sus derechos fuera de las fórmulas burguesas de protesta.
No de trans sino de mujeres en general trata la columna de Pilar Garcès en LNE sobre cómo las niñas son más propensas a autolimitar sus capacidades. Artículo interesante.
Hay gente que deposita grandes esperanzas en la lectura y, en particular, en la enseñanza de la filosofía. Uno es escéptico, pero no necesariamente seguidor del escéptico Demócrito y su escuela. Lee uno una entrevista en El Mundo al filósofo Michel Eltchaninoff, autor de un ensayo “En la cabeza de Putin”, donde uno lee lo siguiente, para propio pasmo. Pregunta – ¿Por qué resulta significativo que como regalo de año nuevo Putin ofreciera a los altos funcionarios del Kremlin libros de filosofía? Justo en 2014, semanas antes de la anexión de Crimea... Respuesta.– En 2013-2014 Putin hace un giro conservador brutal que se fundamenta en el respeto de la religión, la lucha contra la homosexualidad (para él es el signo de la decadencia de Europa), el patriotismo y la obediencia al Estado. Por eso resultan significativos los títulos que hizo leer a los altos mandos: Nuestras tareas de Iván Ilyin, Filosofía de la desigualdad de Nikolai Berdiaev y La justificación del bien de Vladimir Soloviov. Putin usa a filósofos muy diferentes, pero con un punto en común: el odio hacia Occidente, la idea de imperio y la defensa de la guerra. Para legitimar su visión del mundo ha construido un magma ideológico en el que mezcla sovietismo, imperialismo blanco o paneslavismo. FIN. En definitiva, lo que uno quiere decir es que los libros y la filosofía per se son neutros. Depende del contenido de los libros y de la concreta filosofía que se tome como modelo.
De la guerra, la viñeta de El Mundo sobre las barbaries bélicas.
En relación con el asesinato de la desgraciada Erika, el abogado Iván de Santiago escribe en El Comercio poniendo el acento, además de en la clásica dicotomía libertad/seguridad, en el nuevo factor limitador que significa la privacidad de los datos.
Algo escribió uno unas líneas más arriba sobre la privacidad de los datos y también sobre la discriminación. Hace unos días leía uno en El Comercio que Asturias lucha contra la discriminación de la población gitana. Contaba que aquí viven 11.542 personas gitanas según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Lo que uno se pregunta es cómo se llega a esa cifra, no porque sea difícil averiguarlo, sino porque ¿es posible que figure la raza en algún formulario de la Administración?
Ayuso anduvo de tournée por el País Vasco, incluso departió con algunos parroquianos en Álava. Según el ABC se tomó un vino. Será verdad, pero uno lee el pie de foto y el parroquiano sostiene su propia copa en la mano, mientras que la teórica copa de Ayuso queda en el borde opuesto de la mesa. Serán costumbres del poteo o madrileñas o alavesas, a saber.
Se cuelga la poesía prometida ayer, de Armando Vega para verificar la medida de cada verso.

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LECTURA DE LA PRENSA. LA HISTORIA Y EL RELATO
Hoy se fijó uno en un artículo de José Luis Pardo en El País. Lo titulaba ‘Nostalgia del futuro’ y trataba de cómo se canoniza el término ‘relato’ contraponiéndolo a la investigación historiográfica. Dice el articulista que la política lleva tiempo lastrada en España por un vicio retrospectivo, el vicio de reescribir la historia. Se ponen los ejemplos de la colonización española de América con su secuela de leyenda negra, la Segunda República y la Guerra Civil, la Ley de Amnistía, la transición desde el franquismo a la democracia parlamentaria. Cuenta cómo la investigación historiográfica se dedica a establecer lo ocurrido a partir de hechos y datos, trabajo científico sometido a revisiones críticas derivadas de la aparición de nuevos documentos o nuevas metodologías. En cambio, el relato alude a la intención moralizante de corregir el pasado para que quede diáfanamente claro quiénes fueron los buenos y los malos. Dice Prado que esa función ya no la realizan los historiadores. No está uno de acuerdo con esa disección académica porque entre quienes firman el relato, esa historia resumida y compendiada, constan muchos historiadores.
La lectura de ese artículo y de otras noticias de la prensa que se referían a hechos pasados (convertidos en históricos si son hechos relevantes) le hizo a uno consultar un libro de teoría de la historia que tiene por casa. Es un librito de José Fontana, fechado en 1973, que se preguntaba si es posible la objetividad en la historia. Cuenta cómo el historiador se ve obligado a a seleccionar algunos de entre la multitud de datos que conoce, aquellos que le parecen relevantes para explicar la secuencia de los acontecimientos. Este procedimiento es peligroso porque puede falsear la realidad al escoger datos tendenciosamente, pero aun cuando actúe sin malicia, proponiendo ser lo más objetivo posible, su manera de entender la sociedad, sus actitudes políticas e ideológicas condicionarán su capacidad de comprender y explicar los acontecimientos del pasado. Dice Fontana que la dificultad de conseguir la validez del relato histórico no debe llevar al relativismo: la salida lógica del problema está en exigir que se especifiquen lo más claramente posible las interpretaciones generales y las interpretaciones que las enlazan. Habla de la necesidad de realizar verificaciones cuantitativas, aunque no siempre son posibles fuera de la historia económica, y de que el historiador formule con la mayor claridad las aserciones concretas de manera que sea posible examinarlas separadamente y examinar la lógica con la que se encadenan.
Durante muchos años uno tuvo la manía de recortar artículos de periódicos y meterlos en libros que trataran del asunto del artículo. En ese libro de historia encontró un artículo de Manuel Vicent del año 2000, que se reproduce. Podría haberlo escrito hoy mismo.
Volviendo al relato, del relato trata en cierta manera un editorial de ABC “La verdad es otra batalla”.
También Pilar Bonet en El País con su artículo “Con Rusia a Ucrania le espera el exterminio”.
Por incidir en las alusiones a la historia de la prensa del día, Jon Jaristi, en ABC en su artículo ‘Guionistas’ señala que Zelenski puede ser un buen comunicador, pero entre sus guionistas debe de haber algunos a sueldo de Putin, y se refiere a que según Juaristi, la comparación de Ucrania con Guernica/Gernika no es la más adecuada porque la guerra de Ucrania es una guerra de invasión o entre estados, mientras que el bombardeo de Guernica se produjo en una contienda civil. Son ganas de cuestionar la analogía. Para uno fue adecuada, sin entrar en las motivaciones últimas de la guerra, que no son tan sencillas como refieren la mayor parte de los medios, que siempre muestran una entendible simpatía por el invadido. Juaristi, amigo de charcos (para otros, amigo de la verdad) trae a colación lo de Paracuellos con unas cifras, y le viene a uno la idea de los análisis cuantitativos del libro de Fontana por un dato que estará publicado pero no lo tiene siempre in mente y es que en el bombardeo de Guernica se registraron menos de doscientos muertos, mientras que en Paracuellos fueron ametralladas más de dos mil personas.
En el ABC lee uno la relación de apoyos de las tesis prorrusas en nuestro país. Según ABC cunden en el PCE y en Podemos y pone como ejemplo que IU facilitó algunas de sus sedes en Madrid para charlas de apología prorrusa y contra Ucrania. En el programa de IU para las elecciones europeas de 2019 se pedía “acabar con el apoyo a gobiernos reaccionarios y de ultraderecha como el ucraniano”. En enero de 2020 el informe del XI Plenario del PCE hablaba de los neonazis ucranianos y elogiaba los esfuerzos de Rusia frente a la expansión de la OTAN en Europa, frente a la que Rusia procura defenderse, indica literalmente el documento. Podemos también habla de neutralizar el papel desestabilizador de la OTAN en Europa del Este. Vox también mostró sus simpatías con Putin aunque después de la invasión, parece que cambió la posición. ABC detalla unos cuantos foros más donde se defienden las posturas prorrusas, algunas con miles de seguidores.
De historia, pero de la de España, escriben varios articulistas en periódicos de la derecha para criticar que los nuevos programas no prevén estudiar nada de la historia anterior a la Constitución gaditana de 1812. Lo dicen todos ellos, pero a uno le cuesta creerlo.
Y como salieron un montón de cosas de la historia, y más que saldrán porque la materia es inagotable, hoy salió un monográfico sobre la historia y el relato.






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