2022/02/17

DE FACEBOOK (Días 14 y 15)

LECTURA DE LA PRENSA. EL GAVILÁN Y EL RUISEÑOR
Uno empieza hoy con los animales. Lee en LNE “Alerta de los cazadores maliayeses por la entrada de jabalíes en la autovía”. La sociedad de cazadores El Portal denuncia deficiencias en el mantenimiento de los cierres cinegéticos. ¿Y las señales de peligro de animales además de servir para eximir o aminorar la responsabilidad del titular de la carretera a qué obligan en concreto al conductor? A estar atento, ya que puede encontrarse con animales. Hasta ahí entendido, pero ¿qué más? Por de pronto una señal de peligro así es incompatible con un límite de velocidad a 120 por hora. Debería establecerse una restricción mayor. Si uno se encuentra esa señal cuando ya anocheció, no debería pasar de 60 por hora. ¿Es realista? No, pero lo otro es imprudente y si atropellas a un bicho te la cargas. Por cierto, uno tiene observada la sistemática y continua colocación de señales de ese peligro e invita al lector a que haga la comprobación, mejor cuando no vaya conduciendo para no despistarse. Comprobará que si encuentra una señal de peligro-animales durante 4,5 kilómetros, a esos 4,5 kilómetros encontrará otra señal de peligro durante 3,5; y cuando finaliza esta, otra de 5,6, con lo que el peligro es continuo. Esto constituye un fraude en toda regla, todo para evitar el oprobio de que haya una señal de peligro de 13 kilómetros, que sería una exageración si no fuera verdad por la suma de tramos con limitación.
Otra de animales traídos por la tangente. Lee uno en La Vanguardia una crítica (positiva) a un concierto de María del Mar Bonet. Titula la crítica “Los trabajos y los días”. Uno rinde un homenaje y un recuerdo a la cultura clásica grecolatina de la que aprendió a valorar a los grandes autores, como Hesíodo, autor precisamente de la obra de ese mismo título. Para refrescar la memoria, leyó uno unos párrafos, en concreto el que encontró bajo el epígrafe “El gavilán y el ruiseñor. Justicia e Injusticia”, que dice así: “Ved cómo hablaba un gavilán a un ruiseñor de moteado cuello, al que llevaba bien alto, entre nubes, apresándolo en sus garras. Y él, traspasado por las corvas uñas, gemía lastimeramente; el gavilán con altivo tono le dijo estas palabras: "Infeliz, ¿por qué chillas? Te tiene alguien mucho más fuerte que tú. Irás allí donde yo te lleve, por muy cantor que seas. Contigo haré mi cena, o te soltaré, según me plazca. ¡Insensato, el que pretende medir su fuerza con quienes son superiores a él! Privado se ve de la victoria, y a más de infamias, sufre dolores". ¿Una alegoría? ¿Fábula de actualidad?
De animales va la siguiente noticia: las reticencias de los guardas a la hora de denunciar a sus compañeros que juegan al furtivismo. LNE recoge la sensación del ambiente: “Pese a que algunos dan el paso de denunciar supuestas situaciones irregulares que implican a algún compañero, con demasiada frecuencia todo acaba en un sobreseimiento judicial, sin apenas investigación, y también sin consecuencias internas dentro de la consejería. ‘Por ejemplo, los guardas mayores ya no denuncian a compañeros porque solo les trae problemas y enfrentamientos, y no sirve de nada’. Ese es otro elemento a tener en cuenta a la hora de comprender que algún funcionario reincidente en episodios ilegales de caza y contra la fauna, como el identificado el pasado sábado en el Sueve, siguiese sin problemas en su puesto velando por una reserva natural asturiana”. FIN. Es asunto complicado este de quién vigila al vigilante. El denunciante tiene que tenerlos muy bien plantados porque la denuncia puede salir bien, es decir, seguir adelante, conseguir pruebas, lograr que los testigos ratifiquen en un juicio o a un instructor lo que dijeron antes. O puede salir mal porque no se consigan las pruebas necesarias para destruir la presunción de inocencia o porque la gente se eche para atrás. En ese caso, el denunciante queda con el culo al aire y aunque algunos le aplaudan su valor, lo tendrá crudo en su actividad diaria porque tiene que hilar siempre muy fino y ser muy escrupuloso en el cumplimiento de sus obligaciones para no ser objeto de otras denuncias o represalias. La sociedad, sin embargo, debe estarle agradecida.
De hacer o no hacer trata el artículo de Rosa Montero en El País Semanal, referido en este caso a los periodistas mejicanos que denuncian corrupciones, hasta el punto de costarles la vida. Mutatis mutandis, sería aplicable al caso que se comenta, que también podría costar la vida a algún denunciante teniendo en cuenta que se habla de gente de armas (tomar).
“La verdad os hará libres”, dijo Jesucristo, pero no la tienen todas consigo ni los guardas forestales, ni los periodistas mejicanos ni algunos curas asturianos. No comparte ese temor el arzobispo Sanz Montes en entrevista a LNE, pero ¡cualquiera se atreve! El que dice las verdades/pierde las amistades. “Mientras el abrumador apoyo y el agradecimiento tienen nombre y apellidos, la gente que me criticase esconde en el anonimato por temor, según se dice, o al menos de publica, a las represalias. Quien me conozca mínimamente sabe que, en la distancia corta y en la larga, conmigo se puede hablar. Máxime cuando se trata de compañeros en el ministerio. -P: O sea, usted dice que si sale a la palestra un sacerdote de su diócesis y dice que discrepa de usted, no habrá represalias. -R: Vamos, me duele que haya gente que piense eso, o que utilice eso para esconderse”. FIN. Las experiencias de uno van en sentido contrario: a la jefatura no le gusta recibir críticas.
También habla Sanz Montes de la pederastia, siguiendo la línea oficial del episcopado. En esta materia que está sacando adelante El País, dado que la investigación va a recaer en El Defensor del Pueblo, el exministro Gabilondo, El Mundo contra-publica en primera página una información según la cual Gabilondo estaba de religioso en una institución de las acusadas de pederastia, y precisamente en esa época. Estará uno atento a cómo sigue este caso. Se avecina guerra mediático-política.
Lee uno que la Y, la autopista que une Oviedo, Gijón y Avilés, cumple 46 años. Se construyó en un lustro con técnicas nunca usadas en España. La autopista resiste muy bien el paso del tiempo. Es posible que gaste muchas cubiertas, lo que tendrán que decir los usuarios habituales, por ese firme tan especial que consigue un excelente agarre. ¿Cuánto se tardaría hoy en construirla? ¿Se mantendría el mismo trazado o exigencias medioambientales o presiones municipales desplazarían o impedirían su construcción? ¿Tiene alguna defensa el despotismo ilustrado? En cierta manera, sería aplicable la fábula del gavilán y el ruiseñor de Hesíodo.
La debacle financiera y de público del Niemeyer puede verse, como la autopista ilustrada, en la dialéctica de los fines y los medios. Desde que el centro se vio salpicado por el escándalo de Natalio Grueso, los mecenas privados retiraron mayoritariamente el apoyo seguramente por correr riesgo el llamado crédito reputacional. Grueso, con sus triquiñuelas, puso a Avilés en el mapa. Los fines y los medios, el gavilán y el ruiseñor otra vez.
La noticia hoy son las elecciones castellanoleonesas, pero uno solamente comenta lo que publica en la prensa escrita, que se está cociendo. Lo que sí se publicaron fueron los resúmenes de las encuestas. No anduvieron muy descaminadas.
Dice el politólogo Óscar R. Buznego: “Un cambio de tercio. El resultado de hoy abrirá un nuevo capítulo en la política nacional”. Uno cree que se utilizan palabras demasiado grandilocuentes para sucesos absolutamente rutinarios, por muy decisivos que nos parezcan vistos desde la cercanía.
De El Mundo destaca uno el artículo de Arcadi Espada sobre las mascarillas. Se titula ‘Patologías españolas’, de manera que se puede saber por dónde van los tiros.
También merece la pena el suelto de Pedro de Silva, a contra corriente, como suele ser habitual.
‘Caenos bien’ suele ser una frase de familia de lo que los politólogos llamarían el relato. A veces uno cuenta comportamientos nefastos de alguien que aprecia, en unos términos que lo dulcifican tanto, que parece que hubiera hecho una obra de caridad. Unos chavales, enredando, mutilaron una estatua de un parque de Sama, pero la familia debía caer tan bien en el ayuntamiento, que le quitaron toda importancia.
Va la estadística de los nuevos amores anunciada ayer.





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LECTURA DE LA PRENSA. ELECCIONES EN CASTILLA Y LEÓN
Estos son los titulares, por orden alfabético, de los cuatro periódicos de Madrid sobre el resultado de las autonómicas castellanoleonesas.
El PP gana, Vox decide.
El PP queda en manos de Vox.
Victoria del PP en Castilla y León.
Victoria pírrica de Mañueco que deja al PP en las manos de Vox.
No difieren gran cosa en esta ocasión, ni siquiera las viñetas, ambas del ABC.
Como impresión general uno ve un corrimiento a la derecha respecto de las anteriores elecciones, por lo que necesariamente:
- Votantes del PP pasaron a VOX
- Votantes de Ciudadanos pasaron al PP
- Votantes del PSOE pasaron al PP.
- Votantes de Podemos al PSOE.
- UPL, los sorianos y los de Ávila pescaron de PSOE y PP.
¿Por qué ese corrimiento? Ni idea.
En cuanto a los minoritarios, uno destaca que Unión del Pueblo Leonés, que pretende la autonomía para el viejo Reino de León constituido por las provincias de León, Zamora y Salamanca, obtuvo un buen resultado en la provincia que da nombre al partido, pero no tanto en las otras dos, que sin embargo aumentaron el porcentaje de votos más queen León, lo que no les sirvió para obtener representación.
El partido soriano de la España Vaciada curiosamente obtuvo un porcentaje de votos superior en la capital -Soria, menos vaciada- que en los pueblos vaciados de la provincia.
Es posible que estos pequeños partidos logren representación en las próximas elecciones nacionales y que sus votos acaben siendo decisivos a la hora de constituir mayorías parlamentarias, pero si proliferan a lo largo de la geografía, harían inmanejable la situación, por lo que no les augura uno un recorrido de décadas, ni siquiera de lustros. Si en Asturias se presentara un partido de ese tipo uno no lo votaría, cualquiera que fuera su orientación ideológica.
En la polémica por el traslado de la tradicional Escuela de Minas de Oviedo a Mieres, surge un argumento curioso que data de la fecha de su constitución en 1963. Cuatro fueron las razones que se manejaron para su ubicación: la geográfica (ubicación central dentro de Asturias y proximidad a los yacimientos mineros), la histórica (haber sido, junto a Teruel y Toledo ciudades mártires en la guerra), docentes (tradición universitaria) y una razón funcional (contar de aquella ya con el Instituto del Carbón). Estaría simpático que algunas corrientes apoyaran la marcha de Oviedo a Mieres para evitar seguir manchados con el estigma de la Cruzada.
LNE resume gráficamente tres propuestas presentadas en los últimos años sobre la agrupación de municipios asturianos. Ninguna de las tres propuestas se parece entre sí, señal de que las opciones están verdes berrando. Para que saliera adelante la idea, no estaría mal una prueba piloto consistente en la unión de dos municipios, dos que fueran proclives a ello (que no se encuentran en este momento) y que esa fusión fuera premiada con importantes incentivos fiscales, lo suficientemente cuantiosos para que los ciudadanos lo notaran en el bolsillo y eso animara a otros a seguir esa senda. Las instituciones deben apoyar a la España vaciada pero no a los que caprichosamente quieran mantenerse enrocados en municipios de imposible mantenimiento.
En relación con el desgraciado accidente que costó la vida a un socio y espectador del partido del Lenense, parece oportunista afirmar que uno siempre se fijaba en esas vallas -y otras funcionalmente parecidas a ambos lados de las autovías- y que no le gustaban, pero no por sospecha de estar podres, sino porque para ese viaje de autorizar las vallas publicitarias en los terrenos considerados suelo urbano o urbanizable, no hacían falta la polémica de los años ochenta y noventa del siglo pasado que prohibió, para no despistar a los conductores, la publicidad en cualquier punto que fuera visible desde el volante. La propia ley contempló la excepción de la publicidad en terrenos con la consideración de urbanos, con lo que se burló el objetivo de la ley de no despistar al conductor. Recuérdese el indulto a los toros de Osborne por ser emblemas más que publicidad.








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