2022/02/11

DE FACEBOOK (Día 7)

LECTURA DE LA PRENSA. NEGROS, BLANCOS, GRISES.
Por donde empieza uno ¿por las cuchilladas o por las buenas noticias? Pues decide uno empezar por las cuchilladas, para que a partir de ahí todo sea ganar. ¿Por qué empezar por las cuchilladas? Siguiendo sabios consejos prácticos de algún director de ejercicios espirituales que daba unas pautas para el sacrificio de la confesión, algo que preocupaba a las mentes jóvenes. Decía el director: hay que empezar contando los pecados grandes al principio, porque luego los pequeños salen solos y no cuestan. Es como si tuvieran que traspasar una sebe una vaca, una oveja y un gato. Si hace el primer agujero el gato, se manca; después va la oveja y se manca también; al final, para entrar la vaca vuelve a pasarlo mal. Que pase primero la vaca, que se manque de una vez y luego ya entran la oveja y el gato sin dolor. Así con los pecados, el primero el más gordo, que los otros ya no duelen.
Cuando uno encuentra una gruesa falta de ortografía en un periódico, máxime si no es achacable a un redactor cualquiera, sino a una firma de opinión, quizá un escritor, eso le duele a uno como una cuchillada.
Por el contrario, uno encontró hoy muy documentados y didácticos artículos en varios medios de prensa, por ejemplo, el escrito por David Montañés dedicado al futuro (esperemos) tren turístico que discurrirá por los concejos de Aller, Mieres, Oviedo… Un viejo tren que se intenta trasponer del pasado al presente. Quiso la casualidad que en la misma página, Ricardo Montoto dedicara su columna a la vieja buena educación, quizá de la época del vapor, y de cómo se perdieron esas buenas costumbres. La buena educación, las buenas palabras son una costumbre. La hija de uno cuando la abuela le da algo, aunque sea un cubierto que faltaba en la mesa o una servilleta, da las gracias, y la abuela le contesta: “a tu güela nun se y dan las gracias”.
Muy documentado artículo encuentra uno en El País sobre los miles de mayores inmovilizados con sujeciones en las residencias de mayores. Un trabajo muy completo que describe la situación, aporta algunas razones que dificultan la eliminación de esas prácticas y ofrece alternativas.
En LNE firma Tino Pertierra un artículo muy actual, a raíz de las Tanxugueiras, sobre el auge de las panderetas en el folklore asturiano, recopilando la opinión de músicos y folkloristas.
También en LNE un reportaje preciso y entretenido de Julio Vivas sobre el Archivo Histórico de Hunosa.
Acertados pictogramas de LNE para esquematizar diez medidas que propone el consistorio para modificar la ordenanza de terrazas. Yendo al fondo del asunto, ¿un lector que no siguiera la actualidad carbayona podría aventurar de qué signo político es la corporación que propone medidas así? Sabido es que si nos caen bien admitimos cualquier aberración y si no son de los nuestros, se guían por oscuros intereses.
Uno lee con agrado el ataque de sensatez de la alcaldesa de Gijón, aunque sea para atacar a Foro a cuenta de los estudios universitarios que van o vienen por los diferentes campus asturianos. Dice Ana González con encomiable criterio: “Me parece frívolo decir que Gijón es la mejor propuesta sin conocer las otras dos”.
La pederastia en el ámbito eclesial sigue dando tira. En este caso, el ponderado Ramón Punset, Catedrático emérito de Derecho Constitucional, aboga por una comisión no parlamentaria para evitar los riesgos que advirtieron muchos analistas. Pide concretamente una “Comisión de la Verdad sobre los abusos a menores en la enseñanza, el deporte y la familia. Y hágase desde la sociedad, no desde el Estado”. Uno se pregunta qué órgano de la sociedad decide crear tal comisión, con qué criterios de funcionamiento, qué miembros. Un órgano político tendrá que decidir quiénes forman esa Comisión, aunque los integrantes de esta no sean políticos. Esa palabra de la sociedad civil no la acaba uno de ver clara para esta ocasión.
Una de las palabras que se pronuncian o escriben con significado ambiguo es ‘quizás’. Uno también abusa de ella. A veces un quizás es un quizás, pero en otras hay que entender que cuando uno dice o escribe ‘quizás’ está afirmando, aunque en voz baja. Por ejemplo cuando el politólogo Daniel Guerra Sesma, que acaba de publicar “El pensamiento territorial de la Restauración” diserta sobre cómo en su opinión habría que repensar nuestra organización territorial en estos términos: “Un estado federal en el que se renegocien las competencias. Quizá sea necesario centralizar algunas de ellas”. Decir ‘quizá’ en este caso es no decir nada, porque o se dice claramente o no se dice.
También LNE recoge muchas opiniones sobre las deficiencias de la medicina primaria. En estos casos suelen pedirse opiniones a los médicos y sus sindicatos y a los usuarios. Los que no se suelen pronunciar son los políticos con responsabilidades de gestión. El último consejero que habló claro fue Quirós hace varias legislaturas. Entre las opiniones que pasan a letra grande está la de un médico de Siero que señala que los pacientes se están marchando a la privada porque una resonancia te la hacen en un día y no tardan un año. Que esto sea así en cierta manera es una derrota moral de cuantos tienen alguna posibilidad de evitarlo, y aquí se incluyen profesionales de todas las categorías y de toda la escala jerárquica. Todos, si estiman en algo la medicina pública, pueden hacer algo más para evitar esos cuellos de botella.
En su columna de El País Manuel Vicent saca a la palestra a Sócrates, al plato de lentejas, a Luis XIV, a Jack el Destripador, a Lavoisier, a Heráclito, a Julio César, a las columnas del templo. Cuando no se estudie nada de lo anterior, o se estudie con alfileres, ¿quién leerá a Manuel Vicent o quien le suceda en su pluma y su estilo? Queda la Wikipedia, pero alguien la tiene que alimentar.
Los dos epidemiólogos asturianos más mediáticos, Pedro Arcos y López-Acuña, no se movieron ni un ápice de las declaraciones que mantenían hace dos años. A uno le gustaría verlos en un debate público.
A uno le desagrada enormemente ver niños en manifestaciones por muy loables que sean los motivos que impelen a los mayores a llevarlos al frente de batalla. Se les inculca desde muy niños en el detestable esquema de buenos y malos, pero en la vida hay grises.
La broma del día: ¿de qué tienen cara las mujeres de la foto? ¿a qué gremio pertenecen?





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