2021/12/20

DE FACEBOOK (días 15 y 16)

LECTURA DE LA PRENSA. PALABRIRU.
La Conseyería de Cultura, Política Llingüística y Turismu del Principáu d’Asturies publica una página en asturiano en La Nueva España un día a la semana bajo el título ‘Escolinos’, en la que comenta alguna noticia del ámbito educativo que quiere resaltar. Uno leyó la página y se hizo una autoevaluación, con resultado decepcionante. Solo se salva del suspenso si, como parece, estos ya no se estilan. Se hizo uno a sí mismo las siguientes observaciones:
- Desconocía el término ‘cambeos’, plural de ‘cambéu’, cambio. Consultado el Diccionario de la Academia de la Llingua (DALLA), existe. Pierde uno un punto.
- Uno diría ‘afayaízos’, en vez del ‘afayadizos’ que encuentra en el texto. Comprobado también en DALLA. Pierde uno otro punto.
- Envís. Desconoce uno la palabra, pero la saca por el contexto. Otro punto.
- Pequeños. Uno diría ‘pequenos’ como más asturiano y, sobre todo, más alejado del castellano. Un punto.
- Amenorgando. También desconoce uno la palabra, pero se saca por el contexto y ye hasta más guapa que la castellana ‘aminorando’. Por esta se quita uno solamente medio punto.
- Surden. Uno la entiende y la lee, sobre todo para referirse al movimiento literario del Surdimientu, pero nun ye palabra de la que unu eche mano. Medio punto.
- Vegada. Como la anterior. Medio punto.
- Desallugar. Primera noticia de esta palabra, que existe, una vez consultado DALLA, pero no todos los diccionarios de asturiano la recogen. Palabra guapa. Un punto.
- Albidrando. Otra primera noticia. Palabra guapa y sonora, no obstante. Un punto.
- Xixilar. No la recoge DALLA. Posiblemente se trate de una errata. No resta punto.
- Una y bones. Primera noticia de esta expresión, pero encuentra en una página de Bilordios Filolóxicos, de Ramón d'Andrés, que significa ‘una vez que’. Se resta otro punto.
Saca uno un sonrojante dos y medio. ¡A galeras!.
También encuentra uno ignoradas palabras castellanas en la prensa nacional. Así, en El País: El Tribunal Constitucional retrasa los casos más divisivos. Divisivo: Que divide o sirve para dividir. (¡Vaya día!).
Xuan Xosé Sánchez Vicente, en su simpático artículo “Logomaquia y palabras mágicas. Cuando el lenguaje sirve para ocultar”, recoge varios casos. Así, lo indicado por la ministra Reyes Maroto, que no rectifica ni retrasa nada de la descarbonización, sino que la acompasa. Tampoco se habla ya de suprimir plazas de aparcamiento, anular calles para el tránsito sino que se pacifica el tráfico’, invento gijonés por lo visto. En Gijón no se prohíben tampoco los toros sino que se trata de ‘dar otros usos a la plaza de toros’. Y Hugo Morán no habla de lobos carniceros o depredadores o exterminadores de rebaños, sino ‘lobos conflictivos’. En todos los casos, podría decirse que el lobo de la palabra se vistió con piel de oveja. El tsubu y la oveya.
Siguen publicándose noticias y comentarios sobre el niño y la familia del veinticinco por ciento de Canet. En una foto que ilustra una noticia, se ve una manifestación en la que una mujer lleva de la mano a un niño. ¿Qué le dirían al niño para ir a la manifestación? ¿Cómo se lo explicarían? ¿Puede explicarse algo a un niño en términos que no incluyan las palabras ‘buenos’ y ‘malos’? El ninu buinu y el ninu melu.
El Consejo General del Poder Judicial debió convocar rueda de prensa porque los medios publican algunos datos estadísticos de violencia de género, pero tan dispares que se conoce que el Consejo no entregó una nota de prensa masticada, por lo que hizo currar a cada agencia o a cada medio. Como uno no encontró demasiado coherentes algunos datos, acudió a la fuente, con datos abundantes realmente, y se fijó en otras estadísticas, que se cuelgan aquí, como el aumento progresivo del número de condenas. https://www.poderjudicial.es/.../Las-victimas-y-las...

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LECTURA DE LA PRENSA. ALREDEDOR DE VERÓNICA FORQUÉ.
Después de la estadística semanal de mascarillas (se nota ómicron), hablando del virus, tiene ganas la Ayuso de meterse en broncas con su partido, el PP, a cuenta de la suspensión de las cenas de Navidad, una suspensión institucional absolutamente razonable. Si los afiliados o simpatizantes, a título particular, quieren organizar despedidas de año, allá ellos, pero hacen bien las instituciones, como tales, en no organizar estos saraos.
Seguimos con el virus. Lee uno en LNE que los docentes están agotados: “No podemos hacer más, los niños se contagian fuera”. Eso está por ver. También ponen reparos al medidor de CO2: “Nos dicen que si el medidor pasa de 800 saquemos a los alumnos. Así que un día que no corra el aire podríamos pasarnos todo el tiempo paseando por el patio”, se quejó una directora. Pues tendrán que hacerlo. Uno entiende que un director quiera aparecer guay en la sala de profesores, como que pone la cara ante la inspección y ante la dirección provincial, pero el director es también la autoridad jerárquica en el colegio y si hay que sacar los guajes al patio, habrá que sacarlos. Y si se demuestra que el nivel de CO2 solo se mantiene en los límites con un determinado porcentaje de ocupación, habrá que revisar el número máximo de alumnos presenciales, aunque esta decisión ya no le competa a él, sino a la jerarquía superior reordenando el sistema de clases presenciales.
En LNE lee uno lo siguiente: “La distinción por sexos está obsoleta, hace años que la gente lleva cocinitas para niños”, afirman los jugueteros ovetenses. Va uno y se lo cree. Si uno no se aburriera tanto visitando los grandes almacenes o las tiendas de juguetes pasaría un rato observando en qué se fijan los niños y en qué se fijan las niñas. Daría cuenta aquí de la observación.
En otro periódico lee uno esto de un columnista cuyo nombre omite: Cada vez le quitan más a uno las ganas de volver la vista hacia su infancia, que por lo visto fue un territorio en el que recibimos unos valores justo al revés de lo que deberían ser. Con lo bien que nos sentíamos creyendo que habíamos tenido una niñez feliz, al menos así quedó para siempre en nuestro recuerdo. Tendríamos que pedir cuentas a nuestros padres por tratar de cumplir nuestros deseos y de procurar que nos sintiéramos los amos del mundo, aunque fuera un solo día. Por ejemplo, en Reyes. A quién se le ocurre darnos lo que pedíamos. Etc. ¿Estamos de acuerdo? ¿Se es de extrema derecha si uno sonríe ante los argumentos anteriores?
¿Merece ser lapidado el juez de Palencia que cuestionó un baremo de bomberos y bomberas? Uno cree que no. En todo caso, uno recabaría la opinión sincera y anónima -si fuera posible- de aquellos bomberos y bomberas que lleven años desempeñando sus funciones. Ellos dirán, desde su experiencia, si es razonable o no establecer requisitos diferentes en función del sexo. Y si cabe pensar en puestos reservados para uno u otro sexo por haber cometidos que se desempeñen con más eficacia.
Elogiable la actitud de Mino García, alcalde de IU de Morcín, que prevé una inversión de 600.000 euros en una senda circular de doce kilómetros. El Departamento de Patrimonio del Gobierno Regional puso algunas pegas al tratarse de un espacio declarado Bien de Interés Cultural, pero dice Mino: “se está modificando el convenio, porque Patrimonio quiere hacer un cambio en nuestra propuesta sobre el camino, pero no vamos a entrar en discusiones y no vamos a presentar ninguna alegación". También hay alguna discrepancia sobre si empedrar o no determinado tramo. Dice Mino que aceptará las modificaciones de Patrimonio “porque si nos ponemos a discutir puede que el proyecto acabe sin ejecutarse”.
Siente uno no haber fijado en la retina el texto de una pancarta reivindicativa de los trabajadores del ERA, que encontró cerca del Fundoma en plena caminata. Más tarde, al leer el periódico se enteró más ampliamente de la protesta. Los trabajadores se quejan de lo siguiente; “empobrecimiento en las condiciones, falta material, falta personal,…”. También esto: “somos muchas veces agredidos física y psicológicamente por los residentes e incluso por sus familiares”. Dice uno lo de la retina porque cree recordar que la pancarta leída cerca del Fundoma decía algo así como “Más medios, más personal, menos acoso laboral”. Lo del acoso laboral, seguro, porque en eso fue un pensando un buen rato durante la caminata. Y pensó en la diferencia entre las órdenes que legítimamente se imparten, la forma en la que se imparten y las extralimitaciones. El acoso laboral entiende uno que consiste o en las extralimitaciones continuadas (no una sola extralimitación) o la forma en la que se imparten. Según leyó uno la pancarta sacó la conclusión de que el acoso provendría de la línea jerárquica del ERA. Por la prensa, parece que el posible acoso no proviene de los mandos, por lo que duda uno si se puede llamar ‘acoso laboral’. Sí si se entiende que es un acoso en el tiempo y lugar de trabajo. Si una pancarta de un sindicato policial luce el lema 'No al acoso laboral' ¿pensamos que se están refiriendo al acoso que ejercen los manifestantes cuando se enfrentan a ellos o más bien pensamos en el acoso que ejercen los mandos policiales sobre los peones de a pie?
El suicidio de Verónica Forqué aflora el complejo mundo de los padecimientos mentales. En El Comercio encuentra uno un decálogo poco realista. Ante un suicidio, uno (supone) siempre se pregunta cómo no se supo interpretar determinados síntomas, ciertas frases o ciertos silencios, algunas miradas, algunos comportamientos. De la omnipresente Anita Obregón, LNE destaca estas palabras debajo del título rosa “Desgarrador mensaje de Ana Obregón”. “Mi vida: hasta que volvamos a encontrarnos que espero que sea muy pronto, voy a seguir fingiendo que estoy viva”. ¿Se puede sacar la conclusión de que Ana Obregón se va a suicidar? Uno cree, estadísticamente, que no, porque esas palabras se pronunciarán muchas veces por mucha gente que no se suicida, pero si un pequeño porcentaje lo acaba haciendo es muy fácil decir a posteriori que se veía venir.
La Vanguardia se hace una serie de preguntas en relación con el suicidio de Verónica Forqué. Lo de la fragilidad mental, si alguien conocía el dato, desde luego, pero es muy fácil pontificar a posteriori. Uno cree que hay muchos estadios parecidos a los de la Forqué en muchas personas, que no acaban en suicidio. En cuanto a los riesgos de la telerrealidad o el mundo virtual, cuando uno tiene una presencia pública, relevante o modesta, sabe a lo que se expone: a veces te aplauden y a veces te silban. Si tanto te afectan los silbidos, te retiras, salvo que el afán de notoriedad esté por encima de todo, pero de eso tiene culpa uno mismo, no la sociedad.
Si acaba o no en alguna muerte, se verá. Es el caso del vigilante de seguridad que en Tarragona disparó contra sus antiguos jefes y compañeros y después fue abatido por las fuerzas policiales, resultando herido de gravedad. La Vanguardia relata profusamente los hechos, la persecución de película, su atrincheramiento hasta el momento de ser abatido, pero la clave está en las palabras que el antiguo trabajador les dedicó “Felices fiestas, cabrones”, acusándolos de ladrones y racistas. Añade La Vanguardia que el hombre es de nacionalidad rumana.




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