2020/04/24

RAYUELA, de Julio Cortázar

Acometes, por segunda vez, ahora con éxito, la lectura de Rayuela, una de las grandes obras de la literatura. El confinamiento propicia la posibilidad de abundante tiempo de lectura continuada, que es lo que requiere esta obra.

Se divide, como mínimo, en dos partes, en la primera Horacio Oliveira vive 'del lado de allá' -en París- con la Maga. En la segunda, regresa a Buenos Aires y vive con Gekrepten, su antigua novia, sin despreciar otras aventuras.

Narrando, como narra, unas historias excepcionales, por increíbles, a veces parece contar vidas absolutamente rutinarias. "Sé que un día llegué a París, sé que estuve un tiempo viviendo de prestado, haciendo lo que otros hacen y viendo lo que otros ven".

Utiliza una serie de recursos sorprendentes, desde el propio titulo, el juego de la rayuela, en el que se va saltando de casilla y casilla. De hecho el libro permite dos tipos de lecturas, la primera sería convencional, desde el capítulo 1 al 56 y ahí puede terminar perfectamente la novela, y tendría sentido. La segunda es la sugerida por el autor: al final de cada capítulo propone la lectura de otro, que no es el siguiente, ya que puede ser el 89, para pasar después al 3, de ahí al 78, de ahí al 4 y así hasta el final. Ese es el modelo que seguiste. ¿Añadió algo esta lectura alternativa? Sí, te embebió un poco en el mundo psicodélico en el que viven los personales.

De quedarte en el capítulo 56, habrías perdido uno de los experimentos de la literatura, una descripción erótica a base de palabras inventadas -el glíglico-, pero el ritmo ahorra la explicitud.

"Apenas a él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. (...)Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante...(...).Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasa, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias".

En otras ocasiones para reflejar simultáneamente el pensamiento de dos personajes intercala la descripción en líneas alternas, de manera que hay que ir leyendo la líneas 1, 3, 5, 7, 9, etc. y por otra parte, la 2, 4, 6, 8, etc. lo que requiere un cierto esfuerzo de concentración.

Que en los últimos capítulos los personajes acaben viviendo en un circo y después en un manicomio, está dentro de la lógica si bien se piensa.

Se apena uno de despedir esta obra para siempre.


1 comentario:

Karen Dinesen dijo...

¿Por qué para siempre, Luis?
¿No te la dejan llevar al circo?.. O es que optaste por el manicomio y no aprueban su lectura como terapia?..O es que la "obra es eterna"...y por eso el "para siempre"...
Sea como sea, un abrazo, Luis.
Salud y suerte.