2020/02/27

RECORDAR

Parecía encaminado y próximo el objetivo de Sancho Panza de ser nombrado gobernador de una ínsula, por lo que Don Quijote se aprestó a darle una buena sarta de consejos para el cargo, pero Sancho no acabó de ver prácticas las recomendaciones

- Señor, bien veo que todo cuanto vuestra merced me ha dicho son cosas buenas,santas y provechosas, pero ¿de qué me han de servir, si de ninguna me acuerdo?. 

Lo mismo puede decirse de la misma vida, de un viaje, de un museo, de la visita a una aldea, de la degustación de un menú de Antroxu ¿quién se acuerda pasados unos días sin ir más allá?.

Las fotografías son un clavo de la memoria: aquello que retrataste es que algo te dijo en algún momento, por ejemplo en una visita a Belmonte:

- Ese paritorio, que recuerda los sufrimientos de las mujeres al dar a luz.
- Esa carroza funeraria, de cuando las pompas fúnebres impactaban de otra forma..
- Esas herramientas de carpintero, oficio primero de tu padre.
- Ese contenedor de vidrio, colocado con tan pésimo gusto delante de un pequeño monumento de otros tiempos, pero que permanece ahí y en el que se puede leer "Alabado sea el Santísimo Sacramento. Año de 1726". Si está obsoleto, que se quite; y si no, que se dignifique.
- Esa placa de la Constitución en tan triste soporte, que desmerece del esmerado cuidado de la villa.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los recuerdos! La falta de memoria a veces es una bendición. Hoy disponemos de un montón de cacharros para guardar recuerdos en memorias. Pero los mejores momentos no lo grabamos. Esas sensaciones que vivimos no las estimula una memoria ajena a nuestro cerebro: el sabor de ese menú, la emoción de ese abrazo (¿recuerdas cuando cogiste a tu nenina en brazos?) Las memorias, todavía, no llegan a tanto. Pero no podemos vivir sin recuerdos. Ni de recuerdos. Necesitamos realidades presentes ¿Has pensado qué es vivir con alzheimer y sin recuerdos, sin poder echar mano siquiera, de tu experiencia?
¿Te has llegado a concentrar alguna vez tanto como para que se te pongan los vellos de punta por revivir una emoción, has empezado a salivar? Si nos concentramos en nuestras emociones, podemos llegar a revivir 'eso' casi igual que cuando lo vivimos por primera vez, o incluso con mayor intensidad. Pero pocas veces se hace ese ejercicio. ¿Has pensado en el número de personas que viven con una ausencia sin querer rellenar ese vacío, porque están llenas de recuerdos, de sensaciones, de vida?