2018/10/07

LA EXIGUA FUGA

Es posible que esa pequeña fuga de agua justo delante de tu portal, que las más de las veces se traducía en poco más que una humedad, llevara ahí cinco años. Dices cinco como podrías decir ocho o tres, porque no lo tienes registrado de ninguna forma. Hace unos días, en su lugar quedó una chapa protectora y el cono de aviso. Supones que en breve algún operario la retirará y habrá desaparecido la humedad.

Estuviste tentado muchas veces de escribir a alguna autoridad informando de la fuga -mira qué es fácil y barato con internet- pero no te decidiste por varios motivos: 1/ la inutilidad de la gestión; 2/ que el gasto de la reparación fuera superior al agua consumida, de hecho si una fuga así surgiera en una finca tuya te lo pensarías; 3/ ya estar bien de ser un pejigueras.

Encaminada la resolución, lo que de verdad te gustaría es saber el camino del éxito.

- ¿el parte de un policía municipal harto ya de estar harto? ¿adjuntó fotos? ¿un parte breve o un testamento? ¿el primero o uno más? ¿el policía ese que no pasa una por alto y ya no le hacen caso o uno que nunca escribe y por esta alguien lo tomó con interés?

- ¿el jefe de servicio de aguas? ¿alguien de la empresa concesionaria? Apuntas ambas hipótesis pese a la mínima probabilidad.

- ¿el alcalde en un paseo rutinario? ¿el concejal de área?

- ¿una sugerencia de la oposición? Lo apuntas para descartarlo de inmediato. Al enemigo ni agua.

- ¿alguna queja publicada en algún medio de comunicación?

- ¿algo de las redes sociales, twitter, facebook?

Te gustaría sinceramente tener una pista para saber cómo obrar en el futuro, sin reclamar ninguna medalla.

Al hilo de estas reflexiones te acuerdas del Abogado Cárcaba ¿Cárcava?) que hará treinta años os dio unas recomendaciones en la embrionaria escuela de práctica jurídica. Decía que si en algún caso nos tocaba la desagradable labor de ejercer de parte acusadora y conseguíamos una prueba o se nos ocurría un argumento o habíamos encontrado una sentencia alegable, que ofreciéramos el dato al fiscal, ya que este, con su experiencia la aprovecharía mejor y el juez le daría mayor credibilidad que a un modesto abogado que empieza. Si lo que importa es la victoria del cliente, el ego personal debería quedar a un lado.

Lo mismo con la fuga ¿cómo se gestó? ¿cómo se decidió?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tío, tú no sirves pa' político. Los políticos, aparte de medallas (no pensemos en Bono), condecoraciones, aplausos, también quieren dinero (o retribución en especies). La ciudad es nuestra comunidad, son nuestros parques, nuestras fuentes, nuestras farolas, nuestras calles. Los concejales administran la ciudad (muchas veces, algunos, la mangonean y emplean el dinero para su enriquecimiento).
La conciencia ciudadana se aprende en casa, con los padres y hermanos, con los compañeros de colegio, con los compañeros de excursiones, con los compañeros de trabajo. Frente a los que destrozan el mobiliario urbano, están los que se preocupan por las pérdidas de agua (que una gota no hace... pero ayuda a la compañera). Civismo, civilización.
Toda la reflexión que haces en tu escrito, es muy completa y educativa. Y hablas (escribes) de la credibilidad de un modesto abogado que empieza. El fiscal está más especializado en ciertos temas y puede sacarle mayor éxito a ciertas informaciones. El fiscal se lleva preparando para ese trabajo muchos años, ha tenido que acumular experiencia a sus estudios de derecho. Para ser político no hace falta formación académica alguna, basta con que otro político de mayor grado, le ponga en la lista, o directamente le ponga a dedo, como hacen en tu empresa para ciertos cargos. Gente que no goza de la confianza de sus subordinados, ni siquiera de sus iguales por el modo como han llegado a alcanzar el cargo. También hay quien trepa en las carreras del ministerio de justicia.
Ante estas corrupciones, ante estos agravios comparativos ¿a quién le importa que se pierda una gota de agua, cuando se están perdiendo millones de euros de nuestros impuestos por la mala gestión de nuestros administradores públicos? Muestras una actitud encomiable.