2012/09/07

FACILITAR, FACILITAR, FACILITAR

Hay palabras proscritas en tu vocabulario, facilitar es una de ellas ¿Por qué no te sale nunca facilitar? Seguramente la encuentras demasiado finolis, al igual que bonito, pero es un término comodín que te vendría bien frecuentar. Lo mismo te ocurre con precisar, que utilizaba profusamente un querido pariente afincado en Madrid aunque oriundo de La Romía. Estaba de portero en la capital (hoy sería por lo menos empleado de finca urbana) y te hacía mucha gracia cuando decía “Si precisas algo…”.

De facilitar no sé qué cosa, escribe Luis José Ávila en un reciente publirreportaje sobre la colaboración entre el Corte Inglés y la Universidad. En la cabecera de la página no consta que se trata de un publirreportaje, tampoco aparece semioculto bajo el epígrafe de Páginas Especiales ni fórmula equivalente. Será coincidencia, o no, pero la página impar se dedica en buena parte a glosar esa productiva colaboración (quizá más para unos que para otros) y la correspondiente par, en el mismo golpe de vista, la ocupa íntegramente el Corte Inglés, indicando, ahora sí, que es publicidad.

Hace unos años cuando tu empresa gastaba (perdón, invertía) más en publicidad, un día desgraciado vio la luz en la página par una inserción publicitaria pregonando el valor-seguridad del tren como medio de transporte, con la mala suerte de que la página impar fuera la de sucesos y que el día anterior un tren hubiera arrollado a una persona. Bien es cierto que el tren no había salido de la vía, pero… Días después repitieron gratis el anuncio, esta vez sin muerte anexa. Si es hoy, dirías que facilitaron la inserción. O quizá, después del fallo publicitario, consistió en una reinserción.
 
No ibas a hablar de esto pero la pluma antes y la tecla ahora van por libre. Querías únicamente plantear en voz alta la cuestión de si la Universidad pagó algo por aquellos ordenadores o bien fueron gratis, porque como los facilitaron

A partir de ahora tienes que cambiar el chip, evitar eso de que el viajero compra el billete,  en realidad se lo facilitamos. Si el cliente asegura que no le facilitamos nada, sino que le dificultamos la compra y le complicamos la vida estará equivocado. Nosotros se lo facilitamos y allá él se las componga con las máquinas, los billetes y las palabras.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Está muy claro esto de la paráfrasis de la perífrasis del circunloquio y de la madre que lo parió. Esta moda de no llamar a las cosas por su nombre da pie a justificar lo injustificable, o a no dar cuentas de lo que se tiene que responder. Nos las tenemos que componer todos con esta jerga eufemística que permite disimular mentiras como si fuesen verdades, encubiertas, o facilita que nos manden a tomar por... y terminamos dando las gracias, aunque al final tampoco se nos proporcionó lo que precisábamos.
Pasa como con el lenguaje jurídico.

Anónimo dijo...

Facilitó no quiere decir que se lo puso fácil?.

Anónimo dijo...

Etimológicamente 'facilitar' sería ponerlo fácil, pero con la coletilla de 'allá él se las componga con las máquinas...' el sentido de 'facilitar' cambia.
Mala política comercial para los tiempos que corren. Cuando el chip considere que el cliente da de comer al empleado y al empresario, realmente se le pondrán las cosas mucho más fáciles, para fidelizarle.