2012/09/21

A TRAVÉS DE

Estos días anda o, por mejor decir, está quieta tu hija con un collarín, de resultas de un accidente automovilístico de consecuencias leves pero latosas. Está encomalo, por decirlo en un bable de tu zona.

Por ese motivo su casa es un desfile de amistades de sus variopintos círculos, que dan lugar a curiosos intercambios de historias y anécdotas. Alguien cuenta cómo queman los secretos dentro de uno, por ejemplo al enterarse de algún hecho noticioso generalmente próximo a las costumbres amatorias: que Fulano tiene pareja, que Mengano ya no la tiene, que Zutana se declaró lesbiana y otras cuestiones de esa enjundia. Hace unos días en una asamblea ferroviaria un exaltado compañero gritó que desde hacía unos días le picaba el culo por hacer algo gordo. A unos les pica el culo por armar una barricada, a otros por soltar un secreto, a ti  por desarrollar una idea a la que llevas dando vueltas unos cuantos días, desde que en esas conversaciones de convalecencia te interesaste ante una especialista en fecundación in vitro, por el procedimiento de obtención del imprescindible aporte masculino.

La especialista contestó que idéntica pregunta se la hacían los aspirantes a padres y que se les contestaba con la fórmula establecida:

- A través de masturbación.

Con tal desconcertante laconismo los interesados quedan ruborizados y muy o más turbados. Tú no tenías espejo a mano para comprobar los efectos, pero algún calor y algunos colores subieron cuello arriba.

Desde ese día tienes atravesada esa locución adverbial, y tropiezas permanentemente con sus parientes atravesar, travestido, transversal, travesera, travesura, travesía, travesaño, palabras bien traviesas todas ellas. Sin ir más allá, hoy en la interminable saga/fuga de J.B. te encuentras con “La leyenda dice que aquella noche fui visto en La Rúa Traviesa, y, algo más tarde en la Plaza, quieto, mirando al mar”. Hace unos días leías en las páginas rosa de la prensa seria una intervención de la Duquesa de Alba en el contencioso entre su hija Cayetana y el torero Fran Rivera. Dentro continuaron sus padres, en una vista que se alargó hasta cerca de las 12 de la mañana, y en la que también se pudieron escuchar las palabras de la duquesa de Alba, quien, a través de un escrito, defendió a su hija.


Bien contradictorio es el a través de. Mal se entiende ya a la duquesa, pero se escucharon sus palabras a través de un escrito y te quedaste pensando si la lectura pública se declamaría con su misma entonación de sangre azul o si al pasar a través de ganaría enteros.

Hasta ahora a través de era para ti una fórmula neutra, indicaba un tránsito, un camino que imaginabas recto para llegar de A a B, no necesariamente tortuoso ni transversal, pero el origen de la palabra te remite a otra idea.

No puedes quedar conforme con esta duda y acudes al viejo Vox latino. Transversus, de transverto, pero el verto y verso latinos son primos hermanos, y verso es dar vueltas, agitar, perturbar (qué cerca de conturbar y masturbar), y verto hacer girar, explicar sutilmente (a través de masturbación, a través de masturbación), verter, como con equívoco origen hacemos derivar el onanismo del mismo Génesis cuando leemos en el capítulo 38, versículo 9 "Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, si bien tuvo relaciones con su cuñada, vertía a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano".

Sin duda, el manual de comunicación del centro de fecundación in vitro no puede ser más acertado.

1 comentario:

La_Nenina dijo...

La especialista en fecundación se siente orgullosa de la entrada