A duras penas te costaba levantar los párpados, ya vencido por el sueño, cuando decidiste terminar al menos esa página de Ruiz Zafón.
- Es imposible iniciar un diálogo con una persona respecto a creencias y conceptos que no ha adquirido mediante la razón. Tanto da que hablemos de Dios, de la raza o de su orgullo patrio. Por eso necesito algo más poderoso que una simple exposición retórica. Necesito la fuerza del arte, de la puesta en escena. La letra de la canción es lo que creemos entender, pero lo que nos hace creerla o no es la música.
Y así quedó el libro abierto por la página 261. Por la mañana, antes de cerrarlo y colocarlo en la estantería, releíste las últimas líneas: La letra de la canción es lo que creemos entender, pero lo que nos hace creerla o no es la música.
Durante el día estuviste entretenido con curiosos ficheros ponderando pros y contras sobre si un viajero atrapado por un torno se codifica como incomodidad del sistema o como uso fraudulento del título de transporte.
En estas llega la hora del ensayo coral.
El director distribuye una partitura nueva, el Benedicat Vobis de Haendel y acto seguido comienza el ensayo por voces. Mientras inician las sopranos A-le-luia, ale-luia, bene-dicat vo-bis, tu estás intentando traducir. Benedicat vobis Dominus te suena a el Señor os bendiga, pero después de vobis ves un punto y seguido. El Dóminus está a continuación. Y si quiere decir “que el Señor os bendiga”, no te cuadra vobis, que es un dativo, complemento indirecto. Debería ir un acusativo “vos”.
Os toca ahora a los tenores “qui fecit coelum…”, mientras tú estás pendiente del complemento indirecto no te centras en la música. Si la frase se puede volver por pasiva “que seáis bendecidos por el Señor” pasando el complemento directo de la voz activa a sujeto paciente de la voz pasiva, no te encaja el vobis.
Y tienes que seguir “qui fecit coelum et terra”. Sí, eso lo entendiste, “que hizo el cielo y la tierra”, pero sigues dándole vueltas al vobis, al punto y al dativo.
Ahora tu cuerda se sienta y toca el turno a los bajos. Tienes dos minutos para pensar antes de volver a levantarte.
Entre tanto, los colegas susurran por lo bajo:
-¿Esta canción, pa cuando ye? ¿Ye pa la misa de Santiago? (porque vais a cantar una misa en Santiago de Compostela).
- Ni idea.
Sois obedientes. El Director os da la partitura, vosotros cantáis lo que podéis y punto.
Por la noche, rabilando por Internet, te enteras de que el Benedicat es una canción típica de bodas.
¡Ay mi, madre! Entonces es para la que vais a cantar este sábado. No se te ocurre rezar el Benedicat sino implorar que Dios te coja confesado.
En resumen, que pensando en la letra pasaste por alto la música y, como dice Ruiz Zafón por boca de un personaje: “La letra de la canción es lo que creemos entender, pero lo que nos hace creerla o no es la música”.
Pues nada, intentarás olvidarte de la letra y el Benedicat Vobis que se traduzca como sea.
http://www.youtube.com/watch?v=Mdq-ETAnPlY
2010/10/07
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3 comentarios:
complemento directo o indirecto qué más da..... el caso es que suene bien
Y suena
Juvenal
EEl complemento del verbo "benedico" va en dativo. El verb0o no está en pasiva. La traducción sería: "El Señor os bendiga"
Un saludo.
Por si el anónimo vuelve.
Yo creo que la dificultad está en que BENDECIR en castellano es transitivo, así lo pone el DRAE. En consecuencia, la frase se puede volver por pasiva.
Sin embargo en latín, según el VOX, BENEDICO es intransitico y el complemento lo lleva en dativo (INTR. C. DAT es lo que pone). En consecuencia, en latín no se podría volver a pasiva.
Es una paradoja, pero por lo visto es así
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