2010/06/01

MÚSICA PARA SORDOMUDOS


Preparas unas palabras de introducción a un concierto, después de una mis cantada, que los Coros Reconquista van a ofrecer en la iglesia de los Santos Apóstoles. Tendrás que idear unas líneas para el caso real de que cinco minutos antes no se sepa qué van a cantar alguna de las secciones, pero al fin y al cabo esa improvisación está en el guión y se puede torear.

Lo que no esperas es tener que lidiar con un pequeño grupo de sordomudos que por lo visto oyen misa en esa iglesia, con traducción simultánea al lenguaje de signos. Difícil labor para la traductora, la de traducir canciones, cuando no siempre se vocaliza con claridad.

Complicado tener que dedicar unas palabras al colectivo, pero sobre la marcha se te ocurre improvisar algo sobre la importancia de la escenografia coral. Así como los ciudadanos, por suerte, no suelen ver combatir a su ejército, pero pueden suponer que lo hará bien si desfila con armonía, por lo mismo, un grupo de sordomudos podrá suponer que si esos coristas a los que no pueden oír, colocan correctamente las carpetas, las abren y cierran al unísono, mantienen una postura uniforme, no arman aspavientos en el caso de que se produzca algún error, no se rascan la oreja si les pica entre nota y nota, podrán suponer los sordomudos, decías, que sonará bien.

De alguna manera hay que salir del paso. Además, suele ser verdad que una forma pulcra guarda relación con un fondo decoroso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca lo hubiese creído, si no llego a estar presente: un concierto de una coral siendo sordomudos parte del público asistente.
Luis improvisó, amenizó y cumplió, como los grandes maestros ante la imprevista "faena".
Y al final hasta aplaudieron. Todo un detallazo.
Está cada vez más claro que no hay pero sordo que el que no quiere oír .
Juvenal

belijerez dijo...

Sr. Albala siempre tan formal.

Karen Dinesen dijo...

Sólo dos palabrines para decir que me habría gustado estar allí. Y aprovecho para saludar a los contertulios y enviarte un abrazo, Luis Simón.