Para los lectores asturianos no hace falta decir qué es la variante, es la Variante de Pajares, ya con mayúsculas, la construcción de una nueva vía férrea como alternativa al trazado de Pajares del siglo XIX.
Sales de la cueva (de la oficina) andén adelante y te encuentras con el pasado. Ibas a paso ligero a resolver una cuestión perentoria y no pudiste pararte con la que estás seguro de que era Olga, que se ayudaba con una muleta ¿qué le habrá pasado? Es la viuda de un antiguo compañero de estudios, muerto en la bañera con treinta años, a la que hacía años que no veías. Olga fue la primera persona que tuvo a tu hija en brazos al cortarle el cordón umbilical.
Avanzas con esa prisa anunciada y unos metros adelante retrocedes unos años y te encuentras con un vecino de la infancia. Insistes, una vez más en que no quieres hacer gracias de una desgracia, pero cuando escribes este titular no dices más que la verdad. Te preocupa el lado humano de las grandes obras. En otra ocasión dejaste un retazo de lo que pudo suponer la construcción del ferrocarril del Pajares.
¡Cuántos años reivindicando la variante de Pajares! ¡Cuantos pins con la silueta de esos escarpados montes en las solapas! ¡Cuántas manifestaciones en Pola de Lena pensando que se defendía el porvenir del concejo! A veces, mezclamos en nuestro pequeño zurrón ilusiones e intereses, confiando en que el ferrocarril por el Huerna sería el futuro del concejo ¿con qué intención iría el personal a las manifestaciones? ¿reivindicando una parada que nunca habrá en el concejo? ¿defendiendo unos puestos de trabajo, unas brigadas de mantenimiento que a saber? ¿se habría manifestado el personal de saber lo que iba a venir? a veces el futuro camina por libre y se desboca.
Vayamos a la lectura positiva. Vamos a pensar que gracias a la movilización solidaria de unos, disfrutarán del AVE los otros, quizá los que nunca se pusieron detrás de una pancarta. Algún lector de este blog podrá escribir algo de primera mano, porque es posible que no se haya perdido ninguna manifestación.
A lo que ibas, que en la otra punta del andén te encuentras con tu antiguo vecino de Las Vías, de Fierros, al que no habías visto después del accidente que sufrió al caerle un portillón de una nave de la variante. Está aquí de milagro, le costó un ojo de la cara y un montón de cicatrices, pero está recuperado y con moral.
Cuando recobró la consciencia estaba en el hospital y habían pasado varios días.
“Lo peor fue cuando me miré al espejo”.
La otra cara de la Variante.
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