Lees un artículo de opinión en LA NUEVA ESPAÑA que lleva por título “
Médico-paciente, una comunicación clave”, y por subtítulo “Las doctoras, comparadas con los doctores, generalmente dedican más tiempo a sus pacientes y ofrecen más opiniones”.
Sin entrar en materia, te aventuras a pensar que, claro, el género femenino tiene una sensibilidad, pasan más horas en los hospitales y, por coherencia de género, cuando caen del otro lado y se ponen la bata, se aplican el cuento.
Empiezas leyendo: “Desde hace aproximadamente 40 años se ha estudiado el encuentro médico-paciente como un evento de comunicación interpersonal, principalmente en los países anglosajones. Lo que se revela durante el encuentro depende, en última instancia, de las acciones comunicativas que surgen directamente de los objetivos, habilidades lingüísticas, percepciones y emociones de los interactuantes, así como de las restricciones y oportunidades creadas por las respuestas de los participantes. Se relacionan los patrones de comunicación médico-paciente con los atributos del paciente, del médico y su relación.”
No, no y no. Decides no perder el tiempo leyendo media página de periódico. Te resulta más informativo leer esquelas o los anuncios por palabras.
Para que no queden impunes declaras que son dos los autores del artículo, a falta de uno, Carlos Fernández Collado y Laura Galguera García, Codirectores del máster en Dirección de Comunicación y Nuevas Tecnologías de la Universidad de Oviedo. Directores de Comunicación, pero ¿qué y cómo comunican? Señor, Señor.
No te caerá la breva de tener que elegir profesorado para ningún máster, qué dices para un máster, para una charleta después de comer de unos de esos cursetes que tanto abundan para llenar horas, que a gente de esta facundia la contratas. ¿No podían decir lo que quisieran decir, que no lo conseguiste averiguar, con mayor claridad y menos palabrería? Y los que se llevan la fama son los abogados.
Anotado. Si te acuerdas de los nombres, prometes no leer nunca más ningún artículo que publicar puedan los señores Collado y Galguera.
Te queda claro que querían ser oscuros e importantes, porque en otro caso escribirían como la segunda noticia que vas a comentar: “Una
anciana invalida de Avilés , condenada a devolver una vivienda social al Principado”. No quieres hacer chiste de esta noticia triste, que no difundió el Principado sino la parte de la mujer. Por cierto, supones que la redacción fusiló la nota que le remitieron porque ¿para qué perder el tiempo en reescribir nada?. Aquí querían que quedara claro el abuso cometido contra la anciana, que no sufría una situación de descoordinación locomotora, ni una disfunción motriz, ni era de ninguna movilidad reducida. Quieren que quede claro: una anciana inválida.
Si tienes que elegir para que te den unas jornadas de comunicación, que te lo dé alguien que diga algo y que hable claro. Ah, y que si rascas debajo de las transparencias o el PowerPoint haya algo.
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