Hoy el invierno auspicia la charla al aire libre. Un sol omnipresente nimba nuestras cabezas, y otra idea me ronda como el aire apacible: con qué amabilidad nos acaricia el tiempo. En alas de la luz se elevan las palabras celebrando el instante. Me apresuro a anotarlo, y esa urgencia es la única sombra del paraíso.
En realidad es así como lo viste:
TOCADOS POR LA LUZ
Hoy el invierno auspicia
la charla al aire libre.
Un sol omnipresente
nimba nuestras cabezas,
y otra idea me ronda
como el aire apacible:
con qué amabilidad
nos acaricia el tiempo.
En alas de la luz
se elevan las palabras
celebrando el instante.
Me apresuro a anotarlo,
y esa urgencia es la única
sombra del paraíso.
(Javier Almuzara).
***
El texto se publicó con motivo del día mundial de la poesía, pero si lo llegas a encontrar en prosa, tendrías que hurgar mucho para descubrir que era un poema.
1 comentario:
La poesía es el arte de la colocación de las palabras, o la palabra hecha arte. Si está en renglones cortos nos parece más bella. El juego de hacer versos —que no es un juego— es algo parecido en principio al placer solitario. De la palabra, más que el sonido, el sentido. Lo más grande que hay entre los hombres es un poeta, un poeta lírico, es decir, un verdadero poeta. Un poeta es un hombre que no guarda en su corazón secretos para Dios, y que, al cantar sus cuitas, sus temores, sus esperanzas y sus recuerdos, les monda y limpia de toda mentira. Sus cantos son tus cantos; son los míos. Y hay gente que canta con más encanto que habla. Hacer una buena selección de palabras siempre es de agradecer, pero en poesía, las más de las veces, son referentes abstractos que no tienen referencia porque se buscó una belleza artificial.
Si en tus escritos eres concreto ¿no valen más que aquellos de 'Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra...' A ti se te entiende y se te ama, sin necesidad de que escribas esos versos. Seguro que has disfrutado del amor apasionado más que Quevedo. Tu 'amor' es más auténtico que las 'aventuras' del demiurgo pendenciero, que no ha de callar, por más que con el dedo avisen o amenacen miedo.
Las palabras se disfrutan, como las caricias, porque algunas no dejan de ser caricias para el ego más profundo. Pero los mudos y los que no saben escribir, ¿acaso no gozan de una comunicación tan satisfactoria, o tan incompleta como los demás? Porque cuando hay ganas de hacerse entender...
Mi amor a la muchedumbre es lo que me lleva a huir de ella. Al huirla, la voy buscando. No me llames misántropo. Los misántropos buscan la sociedad y el trato de las gentes; las necesitan para nutrir su odio o su desdén hacia ellas. El amor puede vivir de recuerdos y de esperanzas; el odio necesita realidades presentes.
Cada día creo menos en la cuestión social, y en la cuestión política, y en la cuestión estética, y en la cuestión moral, y en la cuestión religiosa, y en todas esas otras cuestiones que han inventado las gentes para no tener que afrontar resueltamente la única verdadera cuestión que existe: la cuestión humana, que es la mía, y la tuya, y la del otro, y la de todos.
Nunca he sentido el deseo de conmover a una muchedumbre y de influir sobre una masa de personas —que pierden su personalidad al amasarse—, y he sentido, en cambio, siempre furioso anhelo de inquietar el corazón de cada hombre y de influir sobre cada uno de mis hermanos en humanidad. Cuando he hablado en público he procurado casi siempre hacer oratoria lírica, y me he esforzado por forjarme la ilusión de que hablaba a uno solo de mis oyentes, a uno cualquiera, a cualquiera de ellos, a cada uno, no a todos en conjunto.
Podemos, o no, estar de acuerdo con nuestras ideas (yo con las tuyas ni tú con las mías). Cuando alguien me cuenta sus ideas, las que él llama bien si mal llamadas sus ideas, con vehemencia, con desdén, soberbia, o con indiferencia, me quedo con su soberbia o su desdén y le dejo las ideas. Que buen provecho le hagan!.
Parafraseado 'Soledad' de Unamuno, Quevedo, Gil de Biedma, mi profe de Primaria, mi abuelo, la vecina del 6º...
Publicar un comentario