2009/10/13

RECUERDOS A CADA PASO EN UN PILAR AYERÁN

Tu mujer no descansa ni el día de su santo, así que organizó una visita por el valle del río Aller porque había que ver no sé qué proyectos empresariales cerca de Felechosa, que los papeles y los informes dirán una cosa, pero es importante descartar que asome algún hierbajo entre la maquinaria.

Mientras, río arriba, observa la nave de Río Glass o alguna aplicación de los fondos mineros, al paso por Santa Cruz te acuerdas de Charly y también de esa casina que tu madre te señaló alguna vez donde vino de niña con la suya a ver a la familia política de un tío que había marchado para la Argentina. Detrás de esas partidas andas tú estos días.

Hacía tiempo que no pasabais de Moreda porque a Moreda vas todos los años a esa jornada de las criadillas de toro que organiza César Carmona, el Xilguerín de Caborana. La nueva carretera acorta las distancias y con dinero no hay kilometraje que se resista. Se levantan sobre los ríos los viaductos que hagan falta y pelillos a la mar. Carreteras, sí; Lada-Velilla, no. En fin, acabará pasando por el Pajares, valle desunido. Al tiempo.

Esos pueblos de Aller los tienes asociados a personas. Llegáis a Felechosa, el pueblo de Genaro y casualmente de Felechosa, es decir, de Arias-Cachero, que está leyendo un libro delante de su casa pero no entráis en su establecimiento ante el riesgo de encontraros con algún fantasma. Dais una vuelta por el pueblo. No encontráis la Iglesia. Tomáis una sidra en el Parador, donde el banquete de tu prima Cova hará treinta y cinco años. Veis una foto del pueblo y no la localizas. Preguntas a la camarera donde queda, pero la camarera es sudamericana y no lo sabe. La dueña aclara que únicamente hay una capilla, y que la iglesia es la del Pino. A las dos el comedor está libre, pero tenéis que estar vivos porque en un momentín aquello se llenó.

Después de echar al coleto un buen pote y el rabo de toro no es de extrañar que al pasar, ya de vuelta por El Pino, echaras un cantarín.

Entre La Pola y El Pino
hay una piedra redonda
donde se sientan los mozos
cuando vienen de la ronda

Como nunca fuiste a Casomera, al llegar a Collanzo, que te recuerda el entierro de la madre de Juan el del Taller, giras a la izquierda y al poco pasas por Llamas. No andará lejos de allí Bernardo Trapiello. Sigues unos pocos kilómetros, casi en llano y llegas a Casomera, casa cimera según la etimología más aceptada. Das un paseo por el pueblo, subes unos metros por un camino para verlo desde arriba y te llama la atención la variedad de tejados. Decir Casomera es decir Juan Manuel el 3 del Oviedo (Lombardía, Toni, Tensi, Juan Manuel) pero también el Mera, que se tiró al tren, amigo de tu padrino.

Retornas a la general y llegas a Levinco. Levinco es Eloy, del Seminario, un rapaz discreto que trabaja en Sedes. Llegas a Cabañaquinta y ves la desviación a Serrapio, donde se casaron Genaro y Conchi y de donde dicen que llegaron los antepasados al pueblo de tu madre. No llegaste todavía a ello.

Pasas por Piñeres. Piñeres es Luis Alberto. En Moreda giras a la izquierda porque tampoco estuviste nunca en Nembra. Nembra es Lobo y es Chema y es Don José, el cura que te casó. No encuentras ningún pueblo que se llame Nembra pero sí hay un cartel “Parroquia de Nembra”. Quizá ocurra lo mismo que con Lugo de Llanera. Dicen los antiguos que no hay ningún núcleo que se llame así, que Lugo de Llanera es una parroquia formada por un conjunto de pequeños núcleos rurales. Lo que hoy es Lugo de Llanera siempre fue Pondal. Quizá con Nembra ocurra algo así.

Visto Nembra, toca ver Boo. Boo es Juan Vázquez, y es Manolo el de Boo, asentado en Fierros y son todos los Vázquez que vas encontrando en las partidas de nacimiento. Todos los Vázquez resultan ser de Boo. Es un pueblo cuesto y enorme. Al bajar, tu mujer ve unas naves en construcción que no tiene fichadas y se queda sorprendida de ese lapsus. Queda tomada nota de que son de Laminados Aller.

Tomáis con recelo una tónica en Moreda en la plaza del Ayuntamiento en la única terraza que tenía un sitio libre. Alguien te dijo que allí paraba el pijerío local. Estaba completa la de casa Bayón, donde Chuso el Praticante te invitó a una descomunal fabada. Moreda: Tino, Salinero, Ordóñez Bigotes, casa Pachu.

Y rápidamente para Llanera porque había que coger unos figos del árbol antes de que anocheciera.

¿Cuando será un miércoles cualquiera para descansar?

3 comentarios:

Umbriel dijo...

Buena excursión por la tierra de mis ancestros, hace solo 15 años no habrias aun regresado, menudo periplo.
Solo que yo recuerdo, somos de la misma quinta, que la defensa del Oviedin era: Lombardia CARRETE, Tensi , Juan Manuel

Anónimo dijo...

Juan Manuel; era un defensa del Oviedo,pero de Serrapio.
Al pasar por LLamas no te metieron ninguna querella?,casualidad, hasta el últimu cura, que pasó por allí, fartarunlu de baxar al Xuzgau.Saludos

belijerez dijo...

Ea pues yya me toca viajito y el 31 me voy pa la zona de León, Burgos...a ver si me envias una buena ruta, tu que las conoces.

Gracias.