REUNIÓN ANUAL DE EX – SEMINARISTAS: LA LLAMADA DE DIOS Y EL ÁGAPE

(Refundo de esta forma dos entradas anteriores, pero copiando literalmente, para evitar que se lea antes la segunda que la primera).


PRIMERA PARTE: LA LLAMADA DE DIOS

Acudes, ¡faltaría más! al encuentro anual de ex seminaristas que co-organizas y siendo el otro co-organizador un compañero y amigo cura no podía faltar una misa por él presidida pero con más concelebrantes.

El oficiante recuerda por qué empezamos allí hace treinta años (habla de la fe de unos padres), por qué muchos siguieron (habla de una vocación, que es una llamada). Más tarde, ya afuera, se hablaría de lo contrario, de por qué muchos lo dejaron.

En medio de la misa, en un momento de silencio suena un móvil y no identificáis el sonido entre la bancada del público, que no la bancada popular. Suena por segunda vez y resulta ser el móvil del cura.

Quedas pensando si era la llamada de Dios.

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SEGUNDA PARTE: EL ÁGAPE

Curioso que se te haya ocurrido lo de ágape para rotular esta entrada de una comida de ex-seminaristas porque ágape es comida fraternal de carácter religioso entre los primeros cristianos destinada a estrechar los lazos que los unían y también, por extensión, banquete, comida para celebrar algún acontecimiento. Es señal de que desde siempre no se celebra nada sin manduca de por medio porque a nadie se le ocurre que un encuentro anual consista simplemente en ir al cine o en dar un paseo a pié o en bicicleta.

Oyes el vídeo que grabaste como recuerdo y únicamente puedes coger al vuelo unas palabras sueltas, que resumen las preocupaciones actuales de tus compañeros: el sindicalista habla de alguna injusticia; alguien, en el fondo, está convencido de algo; al jefe de ventas se le oye hablar de cuarenta y cuatro mil toneladas, seguramente de legumbres; el brillante empresario de la hostelería habla de unos parámetros.

Piensas si la llamada del móvil de la misa sería una llamada perdida.