2017/09/15

LA LIBERTAD MENTAL DEL JUEZ

Declara Garzón en una reciente entrevista que se encuentra más libre actualmente a la hora de opinar que cuando era juez.

Tú, sin embargo, y visto desde fuera, no lo tienes tan claro. Más bien crees que el juez, como disfrutador de la última palabra, tiene la oportunidad de dictar o escribir lo que le da la gana y en un tono que no está permitido al resto de los mortales. Los jueces aprovechan muchas sentencias para explayarse en forma sobre cuestiones que no vienen a cuento, pero lo escriben y raramente alguien se lo va a rebatir.Es cierto que cuando deciden sobre el fondo del asunto tienen que ajustarse a derecho si no quieren que sus autos o sentencias sean objeto de recurso, pero en las largas páginas de las resoluciones que suscriben tienen oportunidad de expresarse sin ninguna cortapisa, al menos muchos menos cortapisas que las que encuentran otros profesionales.

En cuanto a la posibilidad de explicar con claridad sus ideas, como es lógico el juez en sus sentencias no explica sus ideas, ya que lo que tiene que hacer es explicar el razonamiento que le ha llevado a la resolución que dicta, so pena de que se la impugnen por arbitrariedad o fundamentación insuficiente. Precisamente al juez no tienen que notársele las ideas, pero a veces se le escapan, por ejemplo en los famosos obiter dicta, vedados a los demás sujetos pacientes de la justicia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si a este juez le han echado de de la judicatura será porque como juez no lo hacía bien. Era juez y parte. Lo que se espera de un juez, más que se ciña a derecho, es que sea imparcial, ponderado, que aplique justicia. Y la justicia es algo más difícil que aplicar el derecho, ser ecuánime es ir más allá de lo escrito en la propia ley, porque la equidad es más un concepto filosófico, que legislativo. Garzón era un político frustrado y ahora con Llamazares fundan un partido político que lleva por nombre "Actúa". Garzón ahora se siente más libre porque antes se le veía mucho el plumero, siendo juez. A los políticos le va muy bien una jarca de jueces, puestos por el poder al servicio de sus propios intereses. Si algún día la tortilla da la vuelta... ¿Franco también tenía jueces a su servicio? Si la tiranía viene de la izquierda o de la derecha ¿en qué se diferencian? Vale, nos mean encima y tenemos que decir que llueve.

Anónimo dijo...

Frente a los nacionalismos estamos viendo cómo por un lado se busca la trampa de la ley y por otro insensatez de la falta de sentido común, o mejor dicho, la ambición de los políticos que quieren gobernar su taifa, quieren imponer su voluntad por encima de toda lógica. Mucho jueces satisfacen las necesidades de tales políticos. El caso Urdangarín y el de su mujer son un claro ejemplo de cómo los jueces no aplican la ley de una manera idéntica para todos los ciudadanos, de cómo Hacienda no somos todos, aunque la Constitución diga lo que diga (porque hay implícitas unas excepciones para la familia real y todos los demás políticos, que son impunes, por aforamiento) Hay agravios comparativos entre los ciudadanos.

Anónimo dijo...

Hay jueces estrella y jueces estrellados. El poder judicial debe ser independiente. En consecuencia, el juez, en su función profesional, debe sentirse y ser libre para aplicar la ley. Sería el principio de la democracia. La justicia no puede tener casos en espera años y años, como la sanidad, para que cuando llegue el día del juicio no se hayan muerto ni los acusados, ni los acusadores, ni los testigos (o se hayan fugado a un país que da refugio a los tales -y no de Miletos-) Un país que tiene las cárceles llenas con presos hacinados, es un país que ha fracasado en su civismo, en su educación a los jóvenes, en sus leyes de inmigración, en sus leyes carcelarias y hay muchos trabajos que pueden hacer los encarcelados por la sociedad, en vez de estar enjaulados la mayor parte del día.
Y otros grandes delincuentes no pisan la cárcel, ni en sueños. Jueces estrella y el país hecho una llaceria.