Hoy publican los periódicos asturianos la esquela de Jesús Neira Martínez, al que las biografías presentan como filólogo, dialectólogo y, en general investigador de la lengua.
Viene a cuento de su forma de entender el asturiano un párrafo que lees en Cuestiones d’Asturianu Normativu volumen III, de Ramón d’Andrés en el que da unos consejos estilísticos:
Nun abusar d’asturianismos densos, ye decir, de palabres muy estremaes del castellanu por simple fechu de ser diferentes. Ta claro que ye correcto usar palabres como entrugar, escaecer, esmorecer, prietu, espoxigar, furrular, murnia, esnalar, glayar, iguar, dixebrar, estremáu, sero, aportar, tornar, emplegar, vegada, pero da-y una ríxida probitú al testu quitase d’usar otres ambién asturianes por tenerl el “defectu” de ser paecíes al castellanu: preguntar, olvidar, preocupar, negru, crecer, funcionar, tristeza, volar, gritar, preparar, separar, diferente, tarde, llegar, volver, traducir, utilizar, vez, etc.
El primer acercamiento que tuviste hacia el asturiano fue a través de EL BABLE. ESTRUCTURA E HISTORIA un librín que Neira publicó en la Editorial Ayalga en 1976. Muchos años más tarde, aprovechando que el RIDEA reeditó en 2005 su obra EL HABLA DE LENA con motivo del cincuentenario de su primera edición, te hiciste con él y te adentraste no sólo en el habla de Lena, sino también en los aspectos etnográficos que investigó y describió.
El libro, de cerca de trescientas páginas, solamente dedica las ochenta primeras al estudio lingüístico propiamente dicho. En las siguientes doscientas describe la vivienda, el arbolado, los aperos de labranza, etc. incluyendo costumbres y las palabras que giran alrededor de las diferentes actividades.
Al final incluye relatos de la zona. Uno de ellos refleja perfectamente el sentimiento de las aldeas con relación a la capital del concejo, La Pola.
(Haces un breve paréntesis para explicar qué es eso de ŝobá. Respetas su forma de representar lo que se conoce dicen que impropiamente como che vaqueira, que otros escriben ts, l.l o incluso con los dos puntitos debajo de cada ele, que el Word no permite. En definitiva, estás hablando de la lobada, una manada de lobos).
Los pueblos, al menos en otros tiempos, tenían una idea de la Pola como la villa de los señoritos presumidos, que vivían del cuentu y de los tributos de los pueblos, que debían pasar por ventanilla. Por eso en este cuento, en el que se quiere organizar una batida contra los lobos, al final, en el bable de Lena, al menos del alto Lena, un personaje termina diciendo:
- La batía nun hay que empezaŝa pel sitiu que dišisteis sino per más abašo, pela Barraca, porque, enteraivos de una vez, ¡la ŝobá tá n la Pola ¡
2011/02/04
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1 comentario:
Tengo un lejano recuerdo de él y de sus clases. Creo que no eran muy amenas, pero en aquel entonces más preocupaba el aprobar la asignatura que el discurso lingüistico en sí.
Buena gente.
He aquí un nombre para una de las calles "históricas "de OViedo
Juvenal
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