Acaba de morir Daniel el de Fresneo, último superviviente de aquel cuarteto formado por tu padre, Sixto, Antón y Daniel, con vidas paralelas durante décadas.
En los cincuenta y sesenta, formando parte del numeroso equipo del Recorrido, “recorrían” a ras de suelo los trenes dando aquellos típicos martillazos de sonido hueco y entrañable en las ruedas para detectar alguna fisura. Muchos años más tarde, cuando viajaste en el exprés a Madrid, te incorporabas para ver la silueta del visitador, todavía entonces con mono azul. Aquel visitador podía haber sido tu padre, sobre todo si los golpes se oían en Venta de Baños.
El Material Móvil se fue modernizando, ya no era imprescindible revisar los trenes cada pocos kilómetros y el Puesto de Material Móvil de Fierros acabó por cerrar. Se había iniciado el éxodo.
Los cuatro mosqueteros tuvieron que acoplarse en el Taller de Ujo, a poco más de quince kilómetros, un progreso técnico y un retroceso social porque había que depender de los trenes para ir y venir al trabajo.
Los cargaderos de Sovilla y de Reicastro estaban en pleno apogeo y no faltaba trabajo en el Taller, pero aquellos viejos vagones de madera y cajas de grasa fueron quedando obsoletos, y nuevamente y más entrados en años, los cuatro vieron cerrar el Taller de Ujo y acabaron reparando locomotoras en el Taller de Oviedo, donde se jubilaron en los ochenta.
Los últimos años lo encontrabas paseando por la estación o sentado en un banco delante del Leonés, sonriente y siempre dispuesto a contarte alguna historia lejana.
Descanse en paz, Daniel, mecánico de vagones y máquinas, de televisiones…¿y del último Seiscientos del valle?
3 comentarios:
Entrañable homenaje.
DEP. el hombre risueño.
GRACIASSSSS POR ESE BONITO HOMENAJE ,NO HE PODIDO AGUANTAR LAS LAGRIMAS, SISIS ERA UN BUEN PADRE , COMO TODOS LOS PADRES, PERO EL MIO ERA TAN ESPECIAL, GRACIASSSS
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