DE BOMBERO

(Pensándolo bien es una incorreccion publicar esto el 12-M, pero entendámoslo como un guiño al humor).


Pobres bomberos, que seguramente no tienen la culpa y cargan con el muerto y con el chascarrillo, pero hay días en los que está uno para la mano.

La semana futbolera fue gloriosa. Un anticipo del descalabro madrileño de este miércoles lo viviste el domingo con el Sporting de Gijón. Te salvó esa cerveza tostada con la que te das un homenaje en pantalla grande si las circunstancias lo permiten.

Al finalizar el partido, embocas hacia tu domicilio y ¡una furgoneta y un camión de bomberos con el despliegue luminescente habitual en Fray Ceferino!. La malsana curiosidad te hace meter las narices y la cámara dónde nadie te llama pero tienes oportunidad de retratar a los bomberos desfaciendo un entuerto, concretamente tirando de radial para amputar un bolardo que semanas antes viste colocar a operarios contratados por el municipio.

¿Por qué se colocaron semanas atrás esos bolardos? La casualidad quiso que cuando sales de casa a pasar la mañana, incluso a trabajar un poco, ves con periodicidad semanal un trailer monumental pisando la calle peatonal contigua para descargar mercancía para una pizzería de los aledaños. Una semana de estas el recalcitrante camionero tuvo que exhibir sus papeles a una pareja de la policía municipal. Días después fue cuando viste a los operarios cortar por lo sano: se coloca un bolardo y por ahí no pasa el tráiler.

Algo grave habrá pasado para que, ahora sí, corten los bomberos por lo sano.

Vaivenes que uno entiende trabajando donde trabaja, pero ¿dos vehículos con sirena para llevar un bombero con radial?

¿Dejaron el otro bolardo para otro despliegue posterior?

Habrá que volver al partido del domingo