VAYA FIRMAS LAS DEL PP

Entre fiestas locales, árboles genealógicos y colocar alguna foto en el Facebook a petición de la querida audiencia, no tienes tiempo de realizar análisis grafonológicos, que diría una amiga (¡ay, linda amiga!) que uno tuvo en tiempos, pero hay que sacar tiempo de flaqueza, si sirve trastocar los refranes, porque Don Mariano, Don Jaime y su distinguida cohorte, bien se merecen unas líneas.

La distinguida cohorte te da escrito el artículo con solo leer la lista de los candidatos electorales porque solamente entre los veinte primeros descubres los siguientes nombres: Luis de Grandes Pascual, Teresa Jiménez-Becerril Barrio, Alejo Vidal-Quadras Roca, Pilar del Castillo Vera, José Manuel García-Margallo Marfil, Iñigo Méndez de Vigo Montojo, Agustín Díaz de Mera García-Consuegra, Antonio López-Istúriz White, Cristina Gutiérrez-Cortines Corral, José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra. No hace falta seguir leyendo para saber qué debajo del programa electoral se agazapan la nobleza y la burguesía en indisoluble maridaje. Y pensar que tu cuarto apellido sería Fernández-Miranda, si cuando asentaron a tu madre la hubiera registrado como en la generación anterior lo hicieron con la abuela… pero un duro no había, y nobleza, de la otra.

Para mantener el equilibrio electorero no tienes más remedio que dedicar unas líneas a dos firmas: la de Mayor Oreja y la de Mariano Rajoy.

La firma de Don Mariano, huy, huy, huy, es de una verticalidad sospechosa y nada echada p’alante como sería de esperar de un varón con toda la barba. Para empezar, te infunde muchas dudas. Dios no le dio la gracia de hablar claro, y él para confirmarlo no se sabe si firma Mariano o Pariano, al fin y al cabo son labiales, y algo de labial tiene don M/Pariano. Por cierto, no siendo capaz de ligar ninguna de sus letras con la siguiente, no tienes más remedio que afirmar que estará el hombre entre la duda y la desconfianza. Por lo demás, estando tan de moda la trasversalidad, se apunta a una rúbrica trasversal, que más parece un freno hacia delante.

¿Y que decir de la de Juie Mm Oiegr que eso parece leerse en la letra de Jaime Mayor Oreja? Aprovecha para tachar con su rúbrica su Jaime y su Mayor, como si quisiera remarcar su parentesco familiar y democrata-cristiano con Oreja, Don Marcelino. La J y esa rúbrica forman una especie de estilizada cruz griega dando a entender que para ortodoxo él, aunque su miramos su firma desde la izquierda podemos adivinar la capucha de un papón y un ojo que vigila. La verdad es que no se entiende qué escribe don Jaime. A lo mejor tiene más éxito cuando habla, si no te duerme.