Acertó aquel a quién preguntaron qué le parecían los franceses y contestó que no los conocía a todos. Queremos que los demás nos vean poliédricos y llenos de matices; en cambio, todos nos hacemos una idea simplista del resto. Pese a que todo el mundo presenta en general una imagen por la que es conocido, también es frecuente que de vez en cuanto surja la sorpresa cuando asoma un aspecto desconocido para el público en general o para un colectivo determinado.
Lees en La Nueva España una entrevista a un personaje muy conocido y te sorprenden sus gustos:
“Me gustan la intelectualidad y el derecho y, en el campo económico, el mundo de la industria. Nunca me ha parecido atractiva la banca”.
A veces un diablo guarda dentro un angelito interior, también existen los Míster Jekill y Míster Hyde. Únicamente te compadeces de lo mucho que tuvo que sufrir este hombre teniendo que hacerse famoso por una actividad que nunca le atrajo. ¿Será verdad?
La respuesta, en el enlace de la parte inferior.
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(Sorpresas te da la vida)
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