2023/02/25

DE FACEBOOK (Días 18 y 19)

LECTURA DE LA PRENSA. DESCARBONIZACIÓN
La prensa asturiana lleva a la portada los 460 millones de ayuda que vendrán de Europa para descarbonizar la empresa siderúrgica radicada en Asturias. Es una gran noticia, pero no tardará alguien en sacarle punta, si no lo hizo ya. La prensa dedicó casi tanto espacio a la buena nueva como a la trifulca política entre PSOE y PP por determinadas declaraciones contradictorias sobre quién lo supo antes. No fue por eso, pero por una nadería equivalente.
Portugal tiene un grave problema de vivienda y ensaya una serie de medidas, entre las que se encuentra el alquiler forzoso de los pisos vacíos durante cinco años. Uno ve con esperanza esa medida, realmente controvertida. Los pisos vacíos son un fiasco económico para el propietario y para la sociedad. Una medida de ese estilo puede revolucionar el mercado (y la cultura) de la vivienda. Puede que los más adinerados se lo piensen antes de invertir en viviendas llamadas a quedar vacías. Un Estado que se precie no debe permitir un despilfarro así, aunque sea con dinero particular y ganado legítimamente.
El PSOE ovetense vota a sus favoritos para integrar la lista del candidato que ganó las primarias, pero Antonio Masip no se calla ni debajo del agua, siempre pendiente de dar la nota. Si, por lo menos, fuera más claro…
Pese al escándalo de los árbitros no dejará uno de ver algún partido de fútbol con la esperanza de que ganen sus equipos y también para disfrutar de los malabarismos de un Ronaldinho que pueda venir, la elegancia de Marco Asensio, la jerarquía de un Sergio Ramos o de un Busquets, los autogiros de un Iniesta, el cambio de ritmo de un Cruyff, las carreras por la banda de un Gordillo o de un Juan Manuel sin ir más lejos, los remates de cabeza de un Marianín o de un Quini, la potencia bestial de un Haaland… y allá los árbitros y los despachos. Es verdad que desmoraliza un poco, pero… Se queda uno con el comentario ligero que al asunto dedica Valdano en El País.
En la última página de LNE entrevistan a Luján Palacios. Desde que alguien se refirió a ella como ‘la comehombres’ uno no puede pensar en ella de otra forma.
Ahora la manía de reparar en la noticia de los trenes anchos o estrechos. A la cárcel de papel, por imprecisos, lleva hoy al Colegio de Ingenieros de Asturias por su aportación a la falta de rigor, con la buena consideración que uno tiene a los ingenieros en general. Vuelven a referirse al “esperpento de unos trenes que no caben por los túneles”. También con dolor lleva uno a la cárcel de papel a Antonio Muñoz Molina, que dedica una página al asunto, nada menos que la página principal de opinión de El País: Titula el artículo “El misterio de los trenes fantasma”, que comienza así: “Sigo con interés casi morboso la historia de los cercanías que no cabían en los túneles”. Termina Muñoz Molina con una frase que uno aplica al propio escritor: “La ignorancia perezosa o interesada de los números lo sume todo en una niebla muy propicia a las fantasmagorías. Esa es la niebla del norte cantábrico por la que circulan ahora los trenes fantasma, deslizándose en un silencio de tecnología futurista, aunque imaginaria, traspasando sin peligro los túneles excavados a golpe de pico y dinamita durante el reinado e Alfonso XIII”. Lástima de tanta brillantez literaria aplicada a una idea tan poco rigurosa y tan poco trabajada. Lástima. Y no mete uno a alguno más en la cárcel de papel de la edición de las Cuencas (LNE) por aquello del colegueo…

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LECTURA DE LA PRENSA. RESPUESTA AL INFANTILISMO
La Nueva España clarifica los motivos del desaguisado ferroviario en estos términos: “...alguien tenía que firmar una excepción a la norma para poder aplicarla y desbloquear la fabricación de los trenes. Renfe halló un obstáculo insalvable: ningún funcionario quiso firmar esa excepción, por miedo a un accidente en alguno de los túneles «históricos» de la red de Feve y tener que enfrentarse a responsabilidades penales, como está ocurriendo con varios operarios implicados en el accidente de Angrois”.
Ahí está la clave. Uno ya lo expresó en alguna otra ocasión y sabe que su opinión es absolutamente minoritaria. La prensa del día anterior recogía la noticia de la entrega de unas medallas universitarias y en las declaraciones de rigor alguien hizo una llamada a transformar “una sociedad infantilizada, aturullada de bailes tiktokeros e ignorante”. Uno estuvo pensando qué querrían decir al referirse a la sociedad infantilizada pero no encontró ejemplos en el discurso ni en la realidad. Hoy sí. Además de otros factores, uno cree que tiene visos de ser cierto lo indicado por La Nueva España: nadie quiso firmar un documento que le llevara al banquillo. Uno entiende a las víctimas, entiende que no se conformen con el procesamiento de un asalariado de convenio colectivo, que quieran cuantos más peces gordos mejor, aunque los que se sienten en el banquillo no sean tan gordos como ellos quisieran. Lo dicho: uno comprende a las víctimas y la rabia de sus familias. Comprende menos al poder judicial, que debería poner coto a las extensiones antinatural de responsabilidades. He aquí un ejemplo de sociedad infantilizada: negarse a asumir que a veces no hay que buscar demasiado culpables, que cada uno ha de asumir su responsabilidad.
En otro de los muchos reportajes publicados hoy en la prensa se dice: “Ese siniestro lo cambió todo en el sector ferroviario español”. Efectivamente, obligó a implantar, junto a alguna medida lógica, barata y hasta artesanal, complejísimos sistemas de señalización que ralentizaron la velocidad de los trenes y entorpecieron (y entorpecen) la fluidez del tráfico.
El Derecho no se mueve solo entre etéreos conceptos jurídicos. Además, y sobre todo, baja al barro económico. Al aplicar las normas, hay que implantar unas medidas, que tienen unos costes. No hay que rasgarse las vestiduras al analizar estos condicionantes. Bien lo saben las compañías de seguros, que tasan el valor de las vidas.

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