2023/02/06

DE FACEBOOK (Días 1 y 2)

LECTURA DE LA PRENSA. MONOTEMA
Tres días hablando de lo mismo son muchos días. Uno espera no seguir con este asunto de la consideración de Gijón como ciudad urbana romana. Unos dicen que sí, otros dicen que no. Carmen Fernández Ochoa, investigadora y defensora de la romanidad de Gijón, percibe el caso como una descalificación a su persona. Uno querría que no hubiera trampa en las investigaciones históricas. En este caso, que se definiera primero que es una urbe romana y después examinar si Gijón encaja en la definición. No vale hacer trampa, por ejemplo, buscar qué tiene o tuvo Gijón en su subsuelo para para a continuación decir que justamente esas características definen la romanidad. El Comercio lleva tres días con la noticia. Fue uno de sus redactores quien llegó la noticia de que existía un documento por ahí que cuestionaba…Es un asunto relevante porque Gijón tiene una historia. LNE hasta el momento no mencionó la polémica. ¿Cómo enfocan estos hechos los periódicos que no estuvieron finos para tirar de una noticia, para al final archivar lo sucedido en su propio historial? ¿Cuándo empiezan a publicar algo para que los lectores exclusivos de su periódico no pierda el hilo de la actualidad?
El rey de Marruecos se fue de vacaciones y no presidió por la parte marroquí la delegación que mantuvo un en cuanto a alto nivel con las autoridades españolas. La mayor parte de la prensa española califica el hecho como humillación. Para El País no hay tal. Veamos qué dice entre líneas su editorial. Para El País es un hecho ‘cuando menos chocante’. También fue decepcionante. O una desconsideración. Aprende uno lenguaje protocolario-afeitador.
El Principado espera que la variante capte más de 150.000 turistas en su primer año. A uno le gusta desmenuzar las grandes cifras para hacerlas más comprensibles, por ejemplo, dividiendo esos miles de turistas entre los 365 días del año, lo que arroja un resultado de 411 viajeros diarios, no solo el tres de julio sino también el 10 de marzo y el 10 de noviembre. Si llegan cinco trenes diarios a Asturias, ochenta de cada tren serían turistas ¡todos los días del año! Muchos le parecen a uno.

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LECTURA DE LA PRENSA. EL GÁLIBO
(Dedicado afectuosamente a Rafael Secades)
Uno, escamado, salió hoy provisto de un metro a comprar una cafetera. Se trata de elegir una, no solo que no se dispare de precio, sino que entre en el estante de la cocina donde tiene marcado su sitio. Acudió a la tienda de proximidad (a decir verdad, también miró precios en alguna gran superficie y hasta en los chinos, por lo que pide uno doblemente perdón) y esperó la cola. Para tantear la cafetera a la que uno había echado el ojo el día anterior tuvo que pedir a una clienta que se apartara un poco.
- Es que voy a medir su altura, no sea que no me entre en el hueco.
- Claro, no quiere Vd. que le pase lo que a los trenes.
No se fio uno mucho de la que había ojeado previamente así que optó por otra que sí libraba claramente en el estante, no fuera que la primera sufriera alguna dilatación con los calores y chafara el experimento.
Más tarde tomó uno una sidra con un operario del taller de mantenimiento de trenes. Comentó que tenía que estar escapando de los amigotes de los chigres porque todo era pitorreo.
- ¿Pero en qué empresa trabajas?
Decía estar abochornado. Todo el que sienta algo el ferrocarril tiene que estar abochornado de esos trenes encargados que no libren por los angostos túneles norteños de la vía estrecha, esté donde esté el fallo. Algunos periódicos dedican más espacio que otros. En cuanto a la solución, la más comprensible la explica El País, porque otros se pierden en tecnicismos. Lo traduce así: “Consiste en utilizar como referencia un tren que actualmente circula por la línea y tomar sus medidas para la fabricación de las nuevas unidades”. Más o menos lo que hace un sastre o sastresa o un/una modisto/a: tomar medidas no sobre un maniquí apolíneo, sino sobre el home o la muyer de verdad.
Otro dato que escuece es que haya sido CAF, la empresa constructora, la que se haya percatado del error y no Renfe ni Adif ni ningún ente ministerial.
Anuncia la ministra que van a rodar cabezas, ¿qué cabezas? Uno desconoce si el fallo o fallos fueron cometidos por técnicos de poca monta o por directivos de relumbrón y despacho noble, que habrán estampado su firma junto a la del humilde técnico, o quizá le hayan dicho que no hacía falta que firmara. Son crueles las dimisiones porque a veces hay que dimitir por la culpa in eligendo y, claro, el superior no va a revisar todos y cada uno de los papeles que le ponen a la firma, ni repasar las operaciones matemáticas que se hayan efectuado para llegar a las cifras finales, aunque uno conoce a uno en activo que sí lo hace. En opinión de uno tendrían que dimitir aquel o aquellos que acuden a las inauguraciones o que encabezan séquitos dejando atrás a quienes trabajaron más duramente. Si encabezaron las inauguraciones, que encabecen las dimisiones.

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