2020/10/27

GRAMÁTICA PARDA, de Juan García Hortelano

  

Es una novela que juega con los dobles sentidos desde el mismo título del libro hasta el de muchos capítulos: Las condiciones del sujeto; La importancia de los circunstanciales del modo y manera; La inutilidad del indicativo; La posición de los agentes o Astucias de la pasiva, etc.  

 

Exprime numerosas figuras literarias como las aliteraciones o las paradojas (maligna inocencia, rencor puro), muchas veces en medio de situaciones hilarantes.  

 

Aprovechando, mi fiel amiga, que estamos solas y entre mujeres, si no te resulta penoso y para que yo me haga una idea exacta del asunto, descríbeme con detalle a tu jardinero sin su uniforme.  

 

La acción se sitúa en Paris, con unos personajes descabellados comenzando por la niña Duvet, de cinco años, que no sabe leer pero pretende ser Flaubert. Precisamente rompe a leer en las últimas líneas de la trama, lo que no le impide moverse muchas veces como un adulto y desarrollar unos diálogos de persona madura y culta.  

 

Hiperbólicos los padres de Duvet, el Matrimonio Dupont, que viven clandestinamente sus respectivas y esperpénticas aventuras amorosas.  

 

Entrañable también el personaje de Teobaldo García, anciano hidalgo español que aparece perdido en una estación de Paris y acaba en la casa de los Dupont.  

 

Otro personaje simpático es Venus Carolina Paula, designada siempre por sus tres nombres. Es una criada extremeña que mantiene diálogos surrealistas y de altura con la niña Duvet, por ejemplo sobre qué es la literatura, la diferencia entre redactar y escribir, las envidias de los escritores o el vicio de la escritura.  

 

La literatura: para darte mi opinión sincera, a mí me parece un mal oficio, lleno de desventajas, de sufrimientos, de frustraciones, de negruras, que lo único que va a proporcionarte el día de mañana es fama y dinero En fin, ni siquiera un oficio. A mí me parece una desgracia. Pero eso sí, una desgracia maleable. 

 

** 

Lo que me desenfrena, mi tesoro, porque no dejo de preocuparme por tu felicidad. es la clase de vida que llevarás si te dedicas a escribir cosas literarias, continuamente entre papeles blancos o impresos, conferencias, firmas, congresos, seminarios, centenarios, festivales, tesis, entrevistas, traslados de restos, manifiestos, mesas redondas, como la pista del circo, presentaciones y recepciones, conversatorios. Permanentemente, rodeada de gente imposible. Sempiternamente, corregida, guillotinada, distribuida. Saldada. Y luego, lo que es peor, ya no te librarás jamás de pensar que tienes obligación de pensar. Hazme caso, hija. Se empieza escribiendo pero nunca se sabe dónde se termina 

 

** 

Me gustaría saber – preguntó Duvet – cómo sabe un escritor quiénes son sus lectores, para poderles guardar consideración 

 

Por las encuestas, por las listas de los más vendidos y, fundamentalmente, por la escala de valores imperante en la sociedad que el escritor aborrece.  

 

  • En la Academia - pareció decir Duvet 
  • En el arroyo - pareció decir, más optimista, Venus Carolina Paula, quien había arrojado un gesto de ánimo a la pequeña 

     

No hay comentarios: