2013/07/09

SOLDADOS DE SALAMINA, de Javier Cercas

Terminabas de leer este domingo SOLDADOS DE SALAMINA de Javier Cercas, una novela que habías elegido más que nada por su brevedad, para que te diera tiempo a acabarla antes de las vacaciones.
Por la mañana leías la colaboración semanal de Andrés Trapiello, que también publica en su blog http://hemeroflexia.blogspot.com.es/2013/07/que-sabemos-nadie.html. Llevaba por título Qué sabe nadie, y en su párrafos finales leías: De ahí que quienes amamos la realidad sobre todas las cosas nos sintamos fascinados por los grandes novelistas del pasado, aquellos narradores omniscientes que llegaban al último rincón del pensamiento de sus personajes o que sabían colocarse en el momento y lugar adecuados en el que iba a suceder algo crucial para el desarrollo y la comprensión de los acontecimientos. Es decir, una gran novela nunca defrauda ni escamotea la realidad.
 La novela recrea las circunstancias en las que Ricardo Sánchez Mazas, carnet número cinco de la Falange y padre del novelista Rafael Sánchez Ferlosio, se libró de un seguro fusilamiento a manos de unos soldados que se batían en retirada en Cataluña y que coincidieron en una masía de Cataluña en los últimos días de la guerra civil.
 Como la historia del fusilamiento de Sánchez-Mazas en el Collell y las circunstancias que lo rodearon me habían impresionado mucho, tras la entrevista con Ferlosio empecé a sentir curiosidad por Sánchez-Mazas; también por la guerra civil, de la que hasta aquel momento no sabía mucho más que de la batalla de Salamina o del uso exacto de la garlopa, y por las historias tremendas que engendró, que siempre me habían parecido excusas para la nostalgia de los viejos y carburante para la imaginación de los novelistas sin imaginación.
Cercas crea y recrea la historia que, de tantas veces contada, muchos acabaron por creer. Crear para creer. Ves en ella una alegoría de las batallitas de la guerra y de las batallitas de la vida, y también una historia en busca de un autor y un autor en busca de una historia. Vidas vividas, vidas contadas, vidas que de tanto contarlas acaban siendo vividas y ahí se funden historia y novela, realidad y ficción.
Una novela y una metanovela que describe el proceso de elaboración de la novela

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buridan veo que flojeas, que nos fallas algún día sin colgar tu artículo, ¡no me seas vago!