2012/05/14

EL RECORRIDO (con un recuerdo para Tomás el de Fresneo, del Recorrido)

Se ríe uno de las nuevas palabras y más todavía de los nuevos significados de las viejas palabras, sin pararse a pensar que alguna vez una palabra se dijo por primera vez o que en alguna primera ocasión se le dio un giro. De no ser así, cada término sería unívoco y para cada nuevo matiz habría que inventar algo nuevo, que convertiría a los diccionarios en multimillonarios…en palabras.

Así y todo, no puedes dejar de mofarte de lo que te parecen modas, que pueden  acabar quedándose para siempre. Es el caso de “el recorrido”, que en los últimos tiempos identificas con algo así como la posibilidad o también la capacidad de ascender profesionalmente. Es un hombre de mucho recorrido quería decir que tiene capacidades, que puede llegar a más. Si alguien ocupa un puesto de mucho recorrido sería que su ámbito de gestión puede llegar a ser amplio, si no lo es ya.

El din lo aclara y lo mide todo. De ahí que sea tan clarificador el anuncio que ves a la puerta del Mercadona que tienes encima de tu oficina cuando sales a comprar algo de fruta de entretiempo, para que no todo sean botellas de sidra y pinchos de picadillo.

Así que el recorrido es el dinero que uno puede llegar a ganar. Nada de funciones ni cometidos, pasta, pasta.

El Recorrido para ti era donde trabajaba tu padre con aquellos hombres de mono azul que, martillo en mano, recorrían los trenes desde la vía, pisando balasto, golpeando las ruedas para detectar posibles fisuras. Recorrían, repasaban, que eso significa, aunque tú lo ignorabas hasta no hace mucho. Repasaban para que todo quedara bien y repasaban lo que estuviera mal.

Aquel recorrido pausado, monótono, monocorde, quedó atrás. Lo que se lleva ahora es llegar y besar el santu, correr, no recorrer.


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