2012/02/15

LA EMPRESA

Cuando te casaste concelebraron tres curas. Hoy te sorprendería menos, pero entonces sí te llamó la atención que, aunque fuera de guasa, uno de ellos, ya fallecido, cuando tenía que ir hasta la parroquia dijera que iba para la oficina. Creías que ser cura era otra cosa, aunque tú ya no lo fueras a ser.

Por aquella época sería cuando al iniciarte en el Derecho del Trabajo y acercarte al principio del temario al concepto de empresario o empleador, se definía como aquella persona física o jurídica o comunidad de bienes que recibía la prestación de trabajo de otra persona, denominada trabajador. Una iglesia, un sindicato, un partido también podían ser empresarios. También te sorprendió de aquella, pero el manual ponía un ejemplo claro: si una Comunidad religiosa tenía un jardinero, era empleadora respecto de su operario.

Hoy lees con disgusto las declaraciones del Secretario de la Federación Socialista Asturiana, que se refirió con total naturalidad a la recepción de una cesta de navidad de Igrafo porque pensó que sería o que aspiraba a ser proveedor de la Federación, es decir, de la empresa. Se hizo el nuevo. Será verdad, pero bien que te extraña. Decía un antiguo jefe que tuviste que sus competencias eran tan reducidas que al final se limitaban a repartir las agendas de Navidad. Lógicamente era un decir, pero cestas, agendas y signos de ostentación e influencia, no se dejan en manos de un auxiliar administrativo.

No vas a restar mérito a esta confesión de parte de Javier Fernández, hombre serio y respetable al que vas a apoyar con el voto cuando toque, pero convengamos que es solamente una circunstancia atenuante, como atenuante es confesar inmediatamente un homicidio después de cometerlo. No debe olvidarse lo esencial, el crimen.

Que pienses y lo declares así no les gusta a tus amigos simpatizantes o afiliados al Partido Socialista. No te importa que corran champanes y cestas en el Partido Socialista de Ulan Bator o de San Petersburgo, sí que por los lares astures hayan penetrado hasta el tuétano ese relajo en las costumbres del Partido al que sueles votar, que cuando observan en otros, tanto se critica.

Habrá más porquería en otros partidos (o no) pero, cinismo pudiendo evitarlo, el mínimo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vota a quien quieras, ¡faltaria más!, pero se te nota que te cuesta tragar la píldora y quieres hacerla tragar a los demás. Ese partido está podre, podre hasta la raiz, podedumbre moral que ya le hace ciegos y tratan de que todos lo vean con sus cataratas, encima quiere D. Javier hacer de su confesión mérito, cuando si no fuera por la ceguera deberia marcharse para casa, y no vale la disculpa de los otros también, que también, pero ¿quedan hombres justos en Gomorra?.

Anónimo dijo...

Esta promesa de la politica, tampoco sabia de dónde venia? parece normal para esta gente recibirlas.La xente normal no vemos una cestuca ni por el forro.Pronto saldrá la lista de las cestas, habrá sorpresas?Habrá dimisiones?Voy a coger palco se pone interesante la cosa.